EL MUNDO ABANDONADO (Dir. Margarethe von Trotta), por Yolanda Aguas

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Tengo como uno de los recuerdos más bonitos de mi actividad profesional, como crítica de cine y teatro, el encuentro que tuve en París con Margarethe von Trotta.  Fue en su domicilio parisino, en Pigalle, muy cerca también de la casa de Jean-Claude Carrière -con quién me crucé en la calle al terminar la entrevista con Von Trotta-.

Fue muy generosa al dedicarme casi tres horas de conversación.  Hablamos de toda su trayectoria hasta ese momento, era 1996, como actriz, directora de cine y de ópera.  Aquellos días estaba de lleno en la promoción de su película “La promesa” (Das Versprechen), y preparaba ya el guión de “La calle de las rosas” (Rosenstraße).

Mujer y directora de cine comprometida con todo lo relativo a la lucha y reivindicación por los derechos de la mujer, no olvidemos sus extraordinarias películas: “Hanna Harendt” (2012) y “Rosa Luxemburg” (1986), nos presenta estos días su última película “El Mundo Abandonado” (“Die abhandene Welt) una historia muy personal: la narración de cómo encontró a una hermanastra oculta, un secreto del que su madre jamás le habló.

Cuando Margarethe von Trotta estaba preparando “Las Hermanas Alemanas” (“Die bleierne Zeit”), que se estrenó en 1981, sentía una extraña necesidad por hacer películas sobre la relación entre dos hermanas, a las que en su imaginación llamaba Ana y María.  Recordamos que con “Las hermanas alemanas”, obtuvo el León de Oro del Festival de Venecia y una mención especial en la SEMINCI de aquel año.  Ésta es su cuarta película sobre hermanas pero, en realidad, la tenía en mente desde que unos meses después de estrenar en 1979 “Las hermanas, o el balance de la felicidad” (“Schwestern oder Die Balance des Glücks”), tras recibir una carta de una mujer que quería contarle cosas de su madre recién fallecida.

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Aquella mujer, que le contaba muchas cosas de su madre, quería hacerle algunas preguntas. Para Von Trotta fue un shock enorme cuando quiso conocer a aquella que decía ser su hermanastra y que se parecía terriblemente a su madre, más que ella. “Mi madre nunca me había dicho nada y estábamos muy unidas; mi padre había muerto cuando yo tenía 10 años y se suponía que nos lo contábamos todo, bueno  yo le contaba todo y esperaba que ella también me lo contara, sobre todo algo tan importante. Las mentiras están por todas partes y todos mentimos con una cierta banalidad, pero cuando te toca a ti duele. Y mucho”.

Y de la historia de esta hija oculta, que nació 15 años antes que Margarethe, surgió “El Mundo Abandonado”, una ficción que Von Trotta centra en la curiosidad de un padre que descubre en internet a una cantante de ópera que es idéntica a su esposa fallecida hace un año; como él es incapaz, le pide a su única hija, cantante de jazz fracasada y abandonada por su novio, que la busque y averigüe. “Todo los detalles que se cuentan en la película son reales, salvo que ni mi hermana ni yo somos cantantes”, cuyo momento favorito de la película, por real precisamente, es cuando a Sophie (Katja Riemann) se le caen las lágrimas al observar a Caterina (Barbara Sukowa), porque es idéntica a su madre muerta.

Pero la música tiene mucha más importancia en la película, porque el título cita al verso “He sido abandonado por el mundo”, de una de las canciones de Friedrich Rückert a las que Gustav Mahler puso música, y también porque Von Trotta quería hacer un homenaje a sus dos actrices “fetiche”, especialmente Barbara Sukowa (su alter ego). “Barbara, que trabaja conmigo por séptima vez, lleva 30 años cantando música clásica; el único momento en que está doblada es cuando interpreta la ópera ‘Norma’, pero el resto es ella, y Katja tiene un grupo de jazz hace quince años”. Por otro lado, la madre de Margarethe tenía Alzheimer, igual que Rosa, el personaje de la mujer que crió a la hija oculta, por lo que “con una madre muerta y la otra sin memoria, aquel secreto de esas amigas que se quisieron hasta la muerte también vivía en ‘un mundo abandonado’, en el caso de una, y abandonada por el mundo, la otra”.

“El mundo abandonado” es una película que habla de la amistad de dos mujeres.  Tema al que siempre vuelve la gran directora alemana, no podemos olvidar “La Africana” y, muy especialmente, “Locura de mujer”, protagonizada por Hanna Schygulla y Angela Winkler.

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NOTA: Las fotografías oficiales de «El mundo abandonado» insertadas en este artículo, son propiedad de su autor.

 

 

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