Ayer se representó en el Teatro Principal de Zaragoza “Troyanas”, dirigida por Carme Portaceli.
No es la primera vez que Carme Portaceli adapta a los clásicos. Lo hizo, por ejemplo, en mayo de 2009 con Esquilo-Heiner Müller y el montaje “Prometeo” que inauguró el GREC de aquel año. Estuve allí la noche del estreno.
Por sus expertas manos y su privilegiado pensamiento han pasado los autores más importantes: Thomas Bernhard, Máximo Gorki, Tadeusz Slobodzianek, W.Shakespeare, Rusiñol, Federico Garcia Lorca, E. Jelinek , H. Ibsen, B.M. Koltês, G. Tabori, R.W. Fassbinder, Harold Pinter, Marivaux, Lope de Vega, Hanoch Levin, Albert Boronat, Martin Crimp y Carmen Domingo, entre otros muchos…
Entró en el Teatre Lliure en 1982 y trabajó como ayudante de dirección al lado de Fabià Puigserver y Lluís Pasqual. Dio clase de dirección y talleres de interpretación en el Institut del Teatre de Barcelona. Forma parte de los miembros fundadores de la Academia de las Artes Escénicas de España (AAEE) y del comité organizador de los Premios Max. Es la fundadora de FEI (Factoría Escénica Internacional) y actualmente dirige el Teatro Español de Madrid.
De modo que estamos ante una gran profesional con una importante trayectoria teatral. El pasado verano, la Portaceli montó “Troyanas” para estrenarla en el Teatro Romano de Mérida. Alberto Conejero adaptó y tradujo el texto de Eurípides con la intención de acabar con el silencio de las víctimas de las guerras de todos los tiempos.
La escenografía es austera pero efectiva. Sobresale una enorme plataforma en la que está anclada una enorme “T” sobre la que se proyectan imágenes terribles de diversas víctimas. La propuesta teatral de Portaceli se apoya en sus actores, en sus voces y en sus movimientos corporales. El montaje tiene fuerza escénica pero “pierde agua” por el palpable desequilibrio en las interpretaciones. Siento decirlo… pero hay considerables diferencias.
Mencionaré los trabajos más destacados.
Alba Flores (Políxena) dice su texto impecablemente. En sus genes lleva la maravillosa dicción de su abuela paterna, la gran Lola Flores (¡qué bien declamaba a Lorca¡).
Pepa López (Briseida), actriz que siempre está bien en sus interpretaciones y que, sin duda, es una garantía total para Carme Portaceli. Por algo cuenta con ella en muchos de sus trabajos.
Y, por último, en escena una actriz extraordinaria: Míriam Iscla. Es otro nivel, y que me disculpen las actrices que no nombraré en este artículo. Sobradamente considerada en Catalunya y que está maravillando por toda España con su monólogo “Mujer no reeducable” con dirección del maestro Lluis Pasqual. La Iscla da vida a Cassandra, hija de Hécuba. Potente y segura sobre el escenario (que lo hace totalmente suyo). Hagan lo posible por seguir su carrera, marcará una época…
La obra finaliza con una frase que conmueve y sobrecoge profundamente: “Aguantarás para que el silencio no siga al crimen, para que la última palabra no sea de ellos, para que no se queden con toda la luz de este mundo”.
Que así sea…
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NOTAS:
Las fotografías oficiales de «Troyanas» son autoría de Sergio Parra.
Las fotografías de la Sra. Míriam Iscla y del reparto saludando al finalizar la representación en Zaragoza, son propiedad y autoría de Yolanda Aguas para CINET FARÖ.