EN TRÁNSITO (Dir. Christian Petzold), por Yolanda Aguas

El prestigioso director alemán Christian Petzold, conocido por títulos magníficos como  “Phoenix” o “Bárbara”, adapta la novela de Anna Seghers escrita en 1942 en Marsella.

Segunda Guerra Mundial. En Marsella, refugiados de toda Europa embarcan rumbo a América, huyendo de la ocupación nazi. Entre ellos, el joven alemán Georg, suplanta la identidad de un escritor muerto para utilizar su visado, que le garantiza refugio en México. En Marsella se enamora de Marie, una joven que busca desesperadamente al hombre a quien ama, sin el que no está dispuesta a irse…  La película está protagonizada por Franz Rogowski («Shooting Star» 2017) y Paula Beer (Premio Marcello Mastroianni a Mejor Actriz Emergente del Festival de Venecia y nominada a los Premios del Cine Europeo como protagonista de Frantz, dirigida por François Ozon).

El film comienza con una dedicatoria para el cineasta Harun Farocki, fallecido en 2014, coguionista en varios largos de Petzold. Esa pérdida de un colaborador tan importante en varios de sus films, parece impregnar de melancolía el tono emotivo de una historia que ya tenía suficiente tristeza desde su novela de origen.  El director no renuncia a sus inconfundibles señas de identidad. Un conflicto que en este caso directamente es comparado con la crisis de refugiados que en la actualidad asola a Europa“En tránsito” nos traslada a un futuro cercano y distópico  que bien podría volver a ser real teniendo en cuenta como está el mundo a día de hoy.

“En tránsito» también es un thriller romántico y político situado en Marsella que se articula a través de una doble capa: la historia nos es contada por la propio voz en off del protagonista, quien precisamente vive aquello que nos lee en una novela que el mismo lleva en la propia película.   En este filme emergen también los mismos ecos de «Vértigo» que encontrábamos en «Phoenix«, volviendo así al drama de tintes hitchcockianos marcado por la obsesión hacia la figura fantasmagórica de una musa y su desdoblamiento.   Christian Petzold realiza una obra que no termina siendo tan redonda como las dos citadas anteriormente. Sin embargo es un film que progresa en la memoria, a pesar de tener un ritmo que decrece en acción mientras gana en sugerencia.

El estribillo de la canción Road to nowhere del grupo norteamericano Talking Heads, es el tema musical con el que termina la película.   Escuchando los versos de la estrofa, nos deja perdidos en una carretera hacia ninguna parte, a la que nos invita a ir, para seguir caminando sin destino, solo para pasear o esperar. Los personajes quedan también en ese tránsito que se asemeja a un limbo terrenal en el que vagan actualmente los exiliados y refugiados que nadie quiere acoger.

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NOTA: Las fotografías insertadas en este artículo son propiedad de sus autores.

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