LA DEBILIDAD Y LA VEJEZ
Un día se discutía en presencia de Mula Nasrudin (siempre él) la eterna cuestión sobre la juventud y la vejez. Cada uno daba un detalle personal sobre las debilidades que se adquieren al hacerse viejo.
Nasrudin no estaba de acuerdo. Explicó el porqué:
En el patio de nuestra casa hay una piedra muy grande. Cuando era joven no podía levantarla. Hoy sigo sin poder hacerlo. O sea que no me he debilitado con la edad.
El círculo de los mentirosos (Cuentos filosóficos del mundo entero).
(Jean-Claude Carrière). Lumen, ISBN: 84-264-1277-7
“La distancia más larga” narra la historia de un niño venezolano, Lucas (Omar Moya)), que tras perder a su madre, asesinada por una banda callejera, se escapa de casa para buscar a su abuela Martina (Carme Elias), a la que no conoce. Martina, una enfermera española moribunda, ha vuelto a Venezuela para acabar su vida donde fue más feliz: el Roraima. Acompañada (y comprendida) por su gran amiga Lola (espléndida y potente interpretación de Isabel Rocatti), está decidida a realizar su último viaje.
El personaje de Martina asume su destino, con humildad, con grandeza, como algo natural y como si ese momento fuera la manera más razonable de expiración. La serenidad de quien se sabe cerca del último viaje y lo acepta con esa sabiduría repleta de certeza. Ese es su gran logro, admirable y valiente: “No tengo dudas, Lola, sólo miedo”.
¡Cuánta vida transita por el rostro de Carme Elias¡ Es la interiorización magistral de una actriz que crea sus personajes desde el interior, de dentro hacia fuera.
Vivimos en un mundo en el que se nos aparca como trastos viejos cuando estamos enfermos o somos viejos. Cuando ya no nos pueden rentabilizar económica, política o socialmente. Un mundo en el que casi se han perdido las (buenas) formas, y donde casi todo es descortesía, de ahí mi cita de Jean-Claude Carrière. Y dentro de ese caos y deslealtades, una joven y brillante mujer, Claudia Pinto Emperador, ha escrito, dirigido y producido una película profunda que conmueve por su gran belleza. El origen de esta película está en el viaje que ella hizo en 2001 al Roraima, ella acudió allí tras la muerte de su madre. La directora reconoce que hay mucho de su búsqueda interior en la de Martina.
“La distancia más larga” es una historia impregnada de respeto: a la naturaleza, a las pequeñas cosas, al ser humano… Y además lo hace rindiendo homenaje, constantes homenajes me atrevo a afirmar, al Séptimo Arte. Sí, quizá sea fruto de tener una “mirada formada”, son muchos años viendo cine, pero yo observo la influencia de muchos cineastas en ella ¡faltaría más¡ Una mujer inteligente siempre se retroalimenta de los maestros y los incorpora a su formación vital.
El rodaje se realizó con un bajo presupuesto, que fue una de las dificultades de su primer largometraje, pero eso no impidió que resultara ganador del premio Platino a la Mejor Ópera Prima Iberoamericana (2015), o que fuera nominado al Goya (2016) en la categoría Mejor Película Iberoamericana (entre otros innumerables premios internacionales). Y, de haberse estrenado a tiempo, estoy segura que habría supuesto un nuevo Goya como Mejor Actriz Protagonista para Carme Elias, quien vuelve a demostrar con este trabajo su infinito magisterio.
Atentos también al magnífico trabajo de Vincent Barrière (Música – B.S.O.), Gabriel Guerra (Fotografía) y Patricia Busquets (Vestuario)….
¡Una maravillosa y deslumbrante ópera prima¡
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NOTA: Todas las fotografías oficiales de «La distancia más larga» son propiedad de SIN RODEOS FILMS.