HORIZONTES LATINOS, 70 SSIFF

Texto y fotografías: Web oficial del SSIFF

Doce historias que transcurren en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba y México completan la sección Horizontes Latinos, la selección de largometrajes del año, inéditos en España, de entre todos los producidos total o parcialmente en América Latina, dirigidos por cineastas de origen latino, o que tengan por marco o tema comunidades latinas del resto del mundo. En la selección que competirá por el Premio Horizontes figuran cuatro películas de la última edición de WIP Latam: Dos estaciones, La piel pulpo, Un varón y Vicenta B.

La directora y guionista Ana Cristina Barragán (Quito, 1987), que estudió el año pasado un posgrado de creación en Elías Quejereta Zine Eskola, regresa a San Sebastián con La piel pulpo / Octopus Skin, que formó parte de la cosecha de WIP Latam 2021 y clausurará la sección. Barragán obtuvo con su primer largometraje, Alba (2016), una mención especial del Jurado Horizontes. Su último proyecto, La hiedra, forma parte del programa de residencias Ikusmira Berriak de este año.

Mariano Biasin (Buenos Aires, 1980) presentará Sublime, su primer largometraje, tras su paso por la sección Generation 14plus del Festival de Berlín.

La sección acogerá el estreno mundial de Ruido / Noise, el tercer largometraje de la realizadora Natalia Beristain (Ciudad de México, 1981), que compitió en la Semana de la Crítica de Venecia con su película de debut, No quiero dormir sola (2012). Ruido / Noise es una dolorosa inmersión en el círculo vicioso de la violencia de género en México, vivida a través de una madre que busca a su hija desaparecida.

Pavel Giroud (La Habana, 1973), que estrenó Omertà (2008) en el Día del Cine Vasco del Festival de San Sebastián y recibió el premio del Foro de Coproducción Europa-América Latina por el proyecto El acompañante (2013), presentará El caso Padilla / The Padilla Affair, una no ficción en torno al poeta cubano Heberto Padilla.

Un varón, el primer largometraje de Fabián Hernández (Bogotá, 1985), competirá por el Premio Horizontes tras su estreno en la Quincena de Realizadores de Cannes. Un varón fue una de las películas seleccionadas en WIP Latam el año pasado.

También fue seleccionado en WIP Latam 2021 -y previamente como proyecto en el Foro de Coproducción Europa-América Latina en 2019- Dos estaciones, el primer largometraje del mexicano Juan Pablo González (Jalisco, 1984), que participó en la World Cinema Dramatic Competition del Festival de Sundance, donde Teresa Sánchez obtuvo el Premio Especial del Jurado a la mejor interpretación.

Patricio Guzmán (Santiago de Chile, 1941) vuelve al Festival de San Sebastián con su última película, Mi país imaginario / My Imaginary Country, que se presentó en la sección Proyección Especial en el Festival de Cannes y que inaugurará la sección a concurso.

Carlos Lechuga (La Habana, 1983) participó en Horizontes Latinos en 2016 con Santa y Andrés y ahora regresa a la sección con Vicenta B., que recibió en 2021 el Premio EGEDA Platino Industria al Mejor WIP Latam.

También competirá por el Premio Horizontes Carvão / Charcoal (Carbón), el primer largometraje de Carolina Markowicz (Sao Paulo, 1982) que fue seleccionado este año en Cine en Construcción (Toulouse).

Manuela Martelli (Santiago de Chile, 1983) presentará en San Sebastián su largometraje de debut, 1976, tras su estreno en la Quincena de Realizadores de Cannes y su selección en Ventana Sur Proyecta 2018 y Cine en Construcción 2022 (Toulouse).

La ópera prima de la costarricense Valentina Maurel (San José, 1988), Tengo sueños eléctricos, que fue seleccionado en 2021 bajo el título de Jardín en llamas para Proyecta, se presentará en el Festival tras su paso por Locarno.

Por último, La jauría, el primer largometraje de Andrés Ramírez Pulido (Bogotá. 1989), competirá por el Premio Horizontes, tras su paso por Cine en Construcción (Toulouse) y la Semana de la Crítica de Cannes, donde recibió el Grand Prix y el premio SACD.

Todas las películas de la sección Horizontes Latinos optan al Premio Horizontes, dotado con 35.000 euros destinados al director o directora y a la distribuidora en España. El Jurado del Premio Horizontes es el encargado de valorar y premiar estas películas. Las películas de la sección Horizontes Latinos que sean la primera o segunda de su directora o director (en este caso, 1976, Carvão, Dos estaciones, La jauría, La piel pulpo, Sublime, Tengo sueños eléctricos y Un varón) optan también al Premio TCM de la Juventud, atribuido por un jurado formado por 150 estudiantes de entre 18 y 25 años.

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MEN (Dir. Alex Garland)

Men es un filme de terror británico escrito y dirigido por Alex Garland (Aniquilación, Ex Machina). La historia sigue a Harper, una chica que acaba de sufrir una tragedia personal y decide tomarse unos días de retiro en una campiña inglesa apartada de la ciudad. La belleza del lugar contrasta con una presencia extraña que parece acecharle durante sus caminatas y que luego intenta acceder a su casa.

La película se presentó internacionalmente en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes 2021.
La película gira en torno a una mujer que parte en solitario a la campiña británica para tratar de superar la muerte de su esposo. Los problemas inician cuando lejos de encontrar la paz, empieza a padecer perturbadoras visiones de hombres que caen muertos ante ella. ¿Ilusión o realidad?

La película es protagonizada por Jessie Buckley, flamante nominada al Óscar en 2022 por The Lost Daughter. La réplica se la da Rory Kinnear (No Time to Die). El actor se enfrenta al reto de interpretar varios papeles y darle los matices correspondientes. Sus personajes representan los distintos grados de toxicidad masculina que afectan a la protagonista.

Men puede resultar algo críptica en algunos tramos. Sin embargo, el mensaje que subyace está meridianamente claro. Como toda alegoría, se presta a interpretación. Cada espectador o espectadora saldrá de la sala con matices diferentes sobre lo que acaba de ver. Además, se trata de un tema tan polémico en nuestra sociedad, que estamos convencidos de que generará debate. Desgraciadamente, el machismo y las distintas formas de violencia que provoca ha polarizado el debate en nuestro país. Y no solo en España. Ya se pueden ver muestras de esta polarización en los comentarios en redes sociales y en la valoración que se hace de la película en Estados Unidos.

Aunque la película está llena de imágenes impactantes, de planos cargados de belleza y de mucho simbolismo, es importante destacar que estamos ante una película de género de terror.

Decidan ustedes verla o no.

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CLAUDE SAUTET, Retrospectiva en el 70SSIFF

Fotografías y texto: Web oficial del SSIFF.

La retrospectiva dedicada a Claude Sautet mostrará trece largometrajes firmados por el director francés
El ciclo se completará con el libro ‘Conversaciones con Claude Sautet’, un volumen de entrevistas con el cineasta.
La retrospectiva de la 70ª edición del Festival de San Sebastián mostrará trece largometrajes que el cineasta francés Claude Sautet dirigió entre los años 1956 y 1995. El ciclo, organizado en colaboración con Filmoteca Vasca, se completará con el libro Conversaciones con Claude Sautet, traducción del volumen de entrevistas con el director realizadas por Michel Boujut.
El trabajo fue publicado originalmente por Institut Lumière / Actes Sud en 1994 y conoció su edición definitiva en 2014. El libro cuenta con prólogos de Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes y del Institut Lumière, y del actor Daniel Auteuil, mientras que el epílogo lleva la firma del cineasta Bertrand Tavernier. También se ha añadido un texto escrito por Quim Casas, crítico y miembro del comité de selección del Festival de San Sebastián, que contextualiza la figura de Sautet en España y en el Festival.
El cartel de la retrospectiva ha sido diseñado por Dimensión a partir de una fotografía de Claude Sautet en el set de rodaje de la película Garçon! (1983).

UN CINEASTA EN LA ENCRUCIJADA
Conocido por sus colaboraciones con intérpretes como Romy Schneider, Michel Piccoli o Emmanuelle Béart, Claude Sautet se situó en una cierta encrucijada en la historia del cine francés: no pertenecía a la generación de los realizadores de posguerra ni formó parte de la Nouvelle Vague. Nacido en Montrouge en 1924 y fallecido en París en 2000, Sautet comenzó en la industria del cine en 1950 como ayudante de dirección y trabajó en una docena de filmes entre comedias y relatos criminales realizados por André Cerf, Edouard Molinaro y Richard Pottier. Su película más importante como asistente fue la última en la que desempeñó esta función, Les yeux sans visage (Los ojos sin rostro, 1960), influyente obra de Georges Franju en cuyo guión también participó.
Antes había dirigido su primer filme, Bonjour sourire! / Hello Smile! (1956), una comedia musical bien alejada de lo que luego desarrolló en el grueso de su filmografía. La peculiaridad es que estuvo protagonizada por Henri Salvador, importante cantante y guitarrista que cultivó el jazz, la bossa nova, la chanson y el rock’n’roll. Los primeros intereses del Sautet director se deslizaron hacia el polar, género al que aportó Classe tous risques (A todo riesgo, 1960), protagonizada por uno de los actores más representativos del género, Lino Ventura, y basado en una novela de otro nombre crucial para la literatura y el cine policíaco francés, José Giovanni.
Un año antes, Sautet ya había coincidido con Ventura en otro polar, Le Fauve est lâché (La fiera anda suelta, 1959), en el que firmó el guión y parece ser que rodó algunas secuencias, aunque la película está acreditada a Maurice Labro en solitario. Eran los tiempos de la eclosión de la Nouvelle Vague y aunque Sautet no formó parte del movimiento, ahí estaba Jean-Paul Belmondo encarnando a un delincuente en A todo riesgo como lo había hecho en À bout de souffle (Al final de la escapada, 1960), de Jean-Luc Godard.
Sautet siguió vinculado al cine criminal y a José Giovanni al participar en el guión de Symphonie pour un massacre (Ronda de crímenes, 1963), de Jacques Deray, y en varios filmes policíacos más. Alternó su faceta como guionista para otros con la realización y escritura de sus propias películas, siempre dentro del género, como en su nuevo encuentro con Lino Ventura en L’Arme à gauche / The Dictactor’s Guns (Armas para el Caribe, 1965), esta vez con soporte literario del estadounidense Charles Williams.
Y con el cambio de década Sautet inauguró la etapa más fecunda y popular de su carrera gracias al impulso de Romy Schneider y Michel Piccoli, una de las mejores parejas del cine francés de los primeros años 70. Sus colaboraciones con el infalible tándem interpretativo fueron Les choses de la vie / The Things of Life (Las cosas de la vida, 1970), donde ambos fueron vértices de un triángulo amoroso, y Max et les ferrailleurs / Max and the Junkmen (Max y los chatarreros, 1971), una incursión distinta en el policíaco con Piccoli-Schneider atrayéndose y rechazándose en los papeles de un policía y una prostituta. Yves Montand se unió al grupo a partir de César et Rosalie / Cesar & Rosalie (Ella, yo y el otro, 1972), con Schneider, y Vincent, François, Paul et les autres… / Vincent, François, Paul and the Others (Tres amigos, sus mujeres y… los otros, 1974), con Piccoli.
El éxito de esta especie de díptico sobre las crisis sentimentales y existenciales de diversos personajes de mediada edad marcó un nuevo tono en la obra de Sautet. El drama se volvió más oscuro en Mado (1976), su último filme con Piccoli; Une histoire simple / A Simple Story (Una vida de mujer, 1978), la última colaboración con Schneider, y Garçon! / Waiter! (1983), el último con Montand. Todas son películas centradas en desencuentros y reencuentros amorosos, en la idea de agarrarse a una última oportunidad.
Sautet realizó también un drama centrado en la rehabilitación emocional y familiar de un drogadicto, Un mauvais fils / A Bad Son (1980), y una tragicomedia romántica bien distinta, Quelques jours avec moi / A Few Days with Me (1988), interpretada por Sandrine Bonnaire y Daniel Auteuil, además de devolverle el favor a Giovanni escribiéndole el guión de Mon ami le traître.
Después encontró en Emmanuelle Béart a una nueva actriz con la que se sintió tan seguro como con Schneider. Con ella realizó sus dos últimos filmes, Un coeur en hiver / A Heart in Winter (Un corazón en invierno, 1992) y Nelly et Mr. Arnaud / Nelly & Monsieur Arnaud (Nelly y el Sr. Arnaud, 1995), dramas delicados sobre triángulos amorosos y atracciones inesperadas.
Su último trabajo se encuadró en el Collectif de Cinéastes Pour les Sans-Papiers, colectivo formado por 200 directores, productores, exhibidores y distribuidores franceses –entre ellos Sautet, Bertrand Tavernier, Jacques Audiard, Sólveig Anspach, Catherine Corsini, Laurent Cantet, Philippe Garrel, Lola Doillon y Alain Bergala– que firmaron un manifiesto en forma de cortometraje en apoyo a todos los inmigrantes ilegales en Francia, Nous, sans-papiers de France (1997).

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NOTA: Las fotografías insertadas en este artículo son propiedad de sus autores.

MIS QUERIDISIMOS HIJOS (Dir. Alexandra Leclère)

Chantal y Christian viven una jubilación tranquila. Pero desde que sus hijos Sandrine y Stéphane abandonaron el nido, no los ven demasiado. Las oportunidades de reunirse en familia son cada vez más escasas. Cuando sus hijos les anuncian que no vendrán a celebrar la Navidad, ya es demasiado para Chantal y Christian. Entonces deciden hacerles creer que les ha tocado la lotería.
En la mayoría de los casos, cuando los hijos logran independizarse del hogar familiar eso provoca una inmensa alegría y liberación en sus progenitores. Otras veces, esa ausencia tiene como consecuencia inmediata el denominado «síndome del nido vacío»,

En esta película sucede lo segundo, y por este motivo Christian y Chantal – que no consiguen desprenderse de su tristeza – deciden que les toque la lotería. O sea, se inventan que han sido premiados con 18 millones de euros y al olor de la posible herencia, sus hijos, Sandrine y Stéphane, se vuelven muy, pero que muy cariñosos. Los dos pájaros comienzan a preguntarse qué podrán hacer con la millonaria cifra.
En muchos momentos los personajes del filme aparecen como extravagantes, un poco fuera de la realidad, e incluso un poco penosos, en diversos grados. Pero al mismo tiempo, todos ellos son frontales, van de cara, sin nada de astucia, lo que hace que resulten conmovedores y el espectador se ría un poco con ellos y un poco de ellos.

El vestuario en la transición de la clase media a la clase alta es hilarante así como el uso de todo tipo de estratagemas para dar una lección a sus dos pequeños.
Una comedia sencilla.

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MI MEJOR AMIGO (Dir. Ferit Karahan)

Yusuf y Memo, su mejor amigo, son alumnos de un internado para niños y adolescentes kurdos en las montañas de Anatolia. Cuando Memo cae misteriosamente enfermo, Yusuf debe luchar con numerosos obstáculos para intentar ayudar a su amigo.

El realizador turco Ferit Karahan, que ha convencido a un amplio espectro cinéfilo, del Fipresci en Berlín al premio del público en el Cinema Jove, entre otros muchos, juega en el filo de la navaja con Mi mejor amigo, su tercer largometraje. Porque el choque entre el mundo del poder de los adultos y el universo infantil en un internado en las montañas del Kurdistán turco no oculta el estereotipo, los malos de una pieza, la mirada simple.

Pero al traer esa visión sin matices al primer plano, este filme sin sentimentalismos que bebe de la Nueva Ola del cine rumano (no puede ser casualidad que uno de sus productores, el debutante Alexandre Craciun, venga de Rumanía) y remite a la estupenda La muerte del señor Lazarescu (Cristi Puiu, 2005), justifica su austera sencillez y resalta sin subrayados coloristas el punto de vista moral de los chavales, en especial el de su protagonista (Samet Yildiz, imposible olvidar su mirada), empeñado en cuidar a su amigo enfermo, en una laberíntica jornada de burocracia absurda, carencia de recursos y falta de humanidad.

Una película de las que nos permiten reflexionar.

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