

Pepe es la mejor persona del mundo, hasta que descubre que tiene una enfermedad terminal y que le quedan meses de vida. Para evitarle el sufrimiento a sus seres queridos, Pepe decide convertirse en la peor persona del mundo y así alejarlos de él para que no le echen de menos cuando muera.
Con esta película llegan ecos de un tipo de cine español que tenía éxito allá por los años 60 y 70. Actores como Alfredo Landa bordaban a los protagonistas.
Pero aquellos años ya han pasado hace muchas décadas y a pesar de eso da la sensación de no avanzar en la calidad.
No sé si escribir lo que pienso realmente de esta película, con todos los adjetivos que he aprendido a lo largo de mi vida o, siemplemente, «dejarlo correr».
Mum… pienso un poco. Creo que lo mejor es dejarlo correr.
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