UN SILENCIO (Dir. Joachim Lafosse)

Película dramática que nos adentra en la vida de Astrid (Emmanuelle Devos), la esposa de un famoso y prestigioso abogado (interpretado por el gran actor francés Daniel Auteuil). Su voz apagada siempre en un mundo de apariencias.

La repentina fisura en la aparente estabilidad familiar se manifiesta cuando sus hijos, movidos por un ardiente deseo de justicia, se lanzan en una búsqueda que amenaza con desvelar oscuros secretos y desafiar las bases mismas de su vida y la de su esposo.

La nueva película de Joachim Lafosse se centra en este silencio maternal, en este caso el que mantiene a la esposa de un abogado de prestigio respecto a los actos criminales no explicitados que cometió su marido en el pasado, y que resuenan en el presente de sus hijos.

Experto en dramas psicológicos de altos vuelos como Después de nosotros o Un amor intranquilo, Joachim Lafosse quiere levantar aquí un filme sobre cómo afectan a los silencios sobre el abuso. Pero la estructura que plantea, basada también en los fuera de campo, el distanciamiento emocional y lo que no se dice, genera más confusión que complejidad dramática.

La película se sostiene sobre todo en la interpretación de la siempre magnífica Emmanuelle Devos, que logra otorgar solidez a la evolución de un personaje no del todo bien perfilado. Sobre la película de Lafosse pesa desde el pasado mes de junio otro desajuste, lo que genera saber que el director fue denunciado por numerosas colaboradoras justamente por su comportamiento tóxico en los rodajes.

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Nota: Las fotografias publicadas en este artículo son propiedad de sus autores.

ISLA PERDIDA (Dir. Fernando Trueba)

Álex es una española que comienza un nuevo trabajo como camarera en un restaurante de una isla perdida. A pesar de ganarse rápidamente el corazón del brasileño Enrico, Alex se enamora de Max, el gerente norteamericano del establecimiento. Mientras su amor florece, se empiezan a descubrir inquietantes pistas sobre el oscuro y misterioso pasado de Max.

La última película estrenada de Fernando Trueba recuerda a otras coproducciones del director como El sueño del mono loco o Two Much. Pero a diferencia de éstas, rodadas en inglés y con actores estadounidenses, todo en ella es algo fallido; una mezcla de géneros combinados con las inquietudes propias de Trueba, hace sufrir demasiado a la película.

Ambientada en Grecia en el año 2001, la película narra el romance de una camarera española con el propietario del idílico restaurante donde trabaja. Pero este hombre tiene un pasado y Trueba va tiñendo de thriller oscuro y violento lo que podría calificarse un romance melancólico.
El director se apoya en dos magníficos intérpretes, Matt Dillon y Aida Folch. Trueba inyecta una interesante tristeza en esa primera parte de la historia, donde el norteamericano aprovecha para componer uno de sus habituales personajes enigmáticos en un ambiente perturbador, bello y sí, tan simbólico como el título del film.

El problema es que incluso en esos momentos la película se siente como una naturaleza muerta; un amor carente de sensualidad y sexo apoyado en conflictos simples y sin un adecuado plantel de secundarios que sujete el enjuague. Cuando llega la hora de cambiar de marcha y descender a las profundidades del abismo, Isla Perdida no puede evitar convertirse en un vulgar psycho-thriller carente de tensión que ni siquiera el fantástico dúo protagonista puede defender.

La habitual maestría del cine de Trueba no se ve reflejado en esta película ya que el misterio no funciona, la paranoia no cunde y la historia se alarga demasiado en busca de sentido, sin que la propuesta de Trueba justifique su poca verosimilitud.

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SOLO PARA MI (Dir. Valérie Donzelli)

Cuando Blanche Renard conoce a Greg Lamoureux, cree haber encontrado al hombre indicado. Los lazos que los unen crecen rápidamente; están atrapados en una gran pasión. Ignorando sus miedos, Blanche abandona a su familia y a su hermana gemela, Rose, con sueños de reinventarse a sí misma, y poco a poco se encuentra atrapada en las garras de un hombre profundamente posesivo y peligroso. Un hombre al que no se atreve a denunciar por vergüenza, por miedo. Porque la influencia tiene sólo dos resultados posibles. O la víctima se derrumba o se libera…

En esta adaptación de la novela homónima de Eric Reinhardt, asistimos al acoso insoportable al que es sometido a una mujer por parte de un marido enfermizamente celoso, que le hará la vida imposible.
No cabe duda que la historia de Sólo para mí quiere ser un toque de atención a la sociedad y un aviso especialmente dirigido a las mujeres, un modelo-ejemplo que les proporcionen alarmas a la hora de detectar relaciones insatisfactorias y situaciones de acoso.

El guión muestra así como la relación entre el matrimonio se agrava a lo largo de los años, por detalles continuos. El amor y la atracción sexual –un tanto insistente en pantalla– nublan de alguna manera unas pistas iniciales bastante inquietantes y al cabo del tiempo –con niños de por medio y varios años de unión– llegará la catástrofe y los daños serán ya irreparables.

Aunque la película es razonablemente predecible y cuente una temática poco estimulante, el desarrollo narrativo es correcto y ofrece convincentes interpretaciones.

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EL TEOREMA DE MARGUERITE (Dir. Anne Novion)

Presentada a concurso en el Festival de Cannes de 2023, ‘El teorema de Marguerite’ nos presenta a una extraordinaria estudiante en su último año de doctorado en la Escuela Normal Superior de Lyon (ENS), una de las más prestigiosas de Europa en el campo de las matemáticas. Marguerite (Ella Rumpf, Premio César a la actriz revelación) es la niña prodigio del campus y a la vez el bicho raro. En el día clave, un pequeño error pone su situación al borde del abismo. Marguerite entonces decide hacer borrón y cuenta nueva, y empezar de cero.

Una friqui que va en pantuflas, objeto de envidia y burla de sus compañeros, siempre abstraída tratando de resolver la Conjetura de Goldbach, uno de los problemas abiertos más antiguos en matemáticas, conocido ya por Descartes.

Marguerite se irá a vivir con una bailarina que le llevará a discotecas, experimentará su primer orgasmo y descubrirá que su genio para los números le puede resultar muy rentable jugando al mahjong.
El humor dará paso a una predecible historia de amor en esta entretenida fábula sobre el despertar a la vida, la necesidad del trabajo en equipo y la magia de los números.

«Todo matemático tiene una historia que contar sobre un colega que enloqueció, se volvió esquizofrénico, nunca se recuperó de un error o se suicidó» (Anna Novion).
«Es un campo que requiere tanto trabajo que el cerebro puede implosionar».

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EL 47 (Dir. Marcel Barrena)

EL 47 es una historia basada en hechos reales, dirigida por Marcel Barrena, y que gira en torno a un conductor de autobús que en 1978 secuestró una línea de Barcelona para demostrar que el transporte público podía llegar hasta su –según las autoridades– inaccesible barrio.
En la película, Eduard Fernández brilla protagonizando el personaje Manolo Vital, que al volante de su autobús derribó barreras físicas y mentales en su lucha por la dignidad de un barrio obrero.
Marcel Barrena (Barcelona, 1981), director de películas como ‘100 metros’ (2016) o ‘Mediterráneo’ (2021), se lanza ahora, con un guion escrito a cuatro manos con Alberto Marini, a contar una historia real que encontró por casualidad en un blog sobre transporte metropolitano.

Completan el reparto secundarios de lujo como David Verdaguer, Carlos Cuevas, Salva Reina y la debutante Zoe Bonafonte como la hija de Manolo Vital, además de toda una figuración formada por auténticos vecinos del barrio.

Durante todo el siglo XX y, en especial, unos años 60 marcados por el éxodo rural, las afueras de Barcelona adoptaron el asentamiento de población inmigrante que llegó a la ciudad de todas partes de España buscando una vida mejor. En concreto, la periférica zona de Torre Baró se convirtió en una comunidad donde miles de recién llegados, procedentes de Extremadura –como el propio Vital– o Andalucía construyeron sus casas con sus propias manos. Teniendo en cuenta la ley que estipulaba que no se podía derruir una construcción que tuviera ya el techo puesto, los nuevos vecinos levantaron sus chamizos lo más rápido que pudieron, para poder techarlos antes de que llegasen las autoridades para derribarlos.

A base de lucha vecinal, el progreso fue llegando con cuentagotas. Pero lo que no llegaba, ni siquiera con el fin de la dictadura, era el transporte. En concreto, los autobuses. Según las autoridades, porque los vehículos de la época no podían pasar debido a los desniveles. Un razonamiento que Manolo Vital logró desmentir cuando secuestró el propio autobús que conducía, de la línea 47, y lo llevó hasta aquel barrio tachado de «inaccesible». La gesta del personaje interpretado en la película por un inmenso Eduard Fernández no sólo supuso una victoria contra el aburguesamiento de las autoridades, sino también un logro colectivo que cambió para siempre el barrio, y que provocó que el transporte público fuera llegando a todo el extrarradio barcelonés.

Una película que emociona, no dejen de verla.

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JUSTICIA ARTIFICIAL (Dir. Simón Casal)

El gobierno español anuncia un referéndum para aprobar un sistema de Inteligencia Artificial en la Administración de Justicia que promete automatizar y despolitizar la justicia sustituyendo, en la práctica, a los jueces y juezas en todos los tribunales del país. Carmen Costa, una reconocida jueza, es invitada a trabajar en el desarrollo del proyecto, pero la repentina desaparición de Alicia Kóvack, creadora del sistema, provoca una gran desconfianza en ella, hasta el punto de entender que está descubriendo la punta del iceberg de una conspiración que pretende controlar, desde la justicia, a todo un país.
Imaginemos que los algoritmos son capaces de valorar aspectos biográficos, psicológicos y sociales del acusado, o que son capaces de estimar con precisión las probabilidades de que un condenado vaya a reincidir.

Este es el tema de la película de Simón Casal, con guion suyo y de Víctor Sierra.

La actriz Verónica Echegui encarna a la magistrada Carmen Costa, que alcanzó gran renombre porque se enfrentó a las multinacionales eléctricas. La presidenta del Gobierno español acaba de convocar un referéndum. El tema de la consulta es la incorporación de la IA a los procesos judiciales. De ganar el “sí”, el futuro de los jueces está en serio peligro, ya que el programa Thente es capaz de dictar sentencia con gran precisión jurídica y moral.

La asociación mayoritaria de jueces aboga por el “no”, al contrario que la multinacional que ha patentado el software. En la Unión Europea todos los ojos están puestos en referéndum, pues los resultados pueden influir en el resto de los países miembros. Los partidarios de cada postura tratan de poner de su lado a Carmen Costa, que se enfrenta a un dilema moral de hondo calado. La muerte en extrañas circunstancias de la ingeniera autora de Thente pondrá en marcha una intensa trama.

Película concebida para la reflexión que, aunque no llega a conclusiones novedosas o clarividentes, pone sobre la mesa cuestiones éticas de primer orden y de gran actualidad.

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