Jackie y Clotaire crecen en el mismo pueblo, en el mismo instituto, cerca del mismo puerto. Ella, de una familia de clase media-alta, estudia, mientras que él, de origen modesto, hace novillos. La vida intenta por todos los medios separarlos, pero sus caminos se cruzan y se enamoran perdidamente. Su historia de amor parece estar condenada al fracaso cuando él es condenado a 12 años en prisión…

El guion desarrolla de manera convincente la conexión entre los protagonistas, pero a medida que avanza, se siente algo predecible en su enfoque de los desafíos y sacrificios del amor imposible. Aunque Corazones rotos logra transmitir emociones genuinas, no se desvía lo suficiente de los tropos clásicos del género para ofrecer una experiencia totalmente única.
La historia de Jackie y Clotaire sigue un camino clásico de amor prohibido. A pesar de provenir de mundos opuestos, se enamoran profundamente, pero su relación está marcada por las dificultades que les impone la vida. La condena a prisión de Clotaire es el punto de inflexión que pone a prueba la fortaleza de su amor, mientras ambos enfrentan las realidades de la separación, el estigma social y el tiempo que los distancia.
Una dolorosa historia de amor con elementos de thriller, como si fuera El acontecimiento (Audrey Diwan, coguionista) mezclada con BAC Nord (repiten casi todos, Lellouche, François Civil, Adèle Exarchopoulos, Karim Leklou). Pero narrada en dos tiempos: la Francia de los años 80, con The Cure sonando en todas las radiofórmulas, y la de diez años después, tras una elipsis carcelaria, cuando el chico malo se reencuentra con la chica buena.
Un reparto al que se suman Vincent Lacoste, o Alain Chabat, Elodie Bouchez y Benoît Poelvoorde en roles más secundarios. Todo resulta atractivo en la nueva aventura como director de Gilles Lellouche, aupado por el éxito de El gran baño.
Pero el metraje es excesivo. Se nota el entusiasmo por hacer gran cine, pero no traspasa la pantalla.
Los protagonistas del filme, Adèle Exarchopoulos, François Civil y Vincent Lacoste, están muy acertados en sus respectivas interpretaciones.
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