
Iris y Josh son dos jóvenes que se conocen en una pequeña tienda local de Estados Unidos. Aunque tengan un encuentro algo accidentado por los nervios de él, se enamoran a primera vista e inician una relación. Juntos, deciden irse de viaje a una casa rural cerca del lago con algunos amigos de Josh y sus respectivas parejas. Así, se hospedan en la casa del novio de Kat, quien forma parte del grupo y que tiene una hospitalidad algo exagerada.
Durante su estancia, Iris está algo tímida y le cuesta socializar con el resto de personas en la casa ya que es la primera vez que los conoce. En una de sus conversaciones, Iris revela que se siente algo vulnerable por su exagerada dependencia por Josh. Como respuesta, Josh le confiesa que ella es un robot creado únicamente para complacer todo tipo de necesidades a su pareja, revelando la verdadera naturaleza de Iris y comenzando así un reguero de sangre del que el resto de humanos tendrán que escapar o hacer frente.
La película está dirigida por Drew Hancock, quien debuta en el cine con este thriller protagonizado por Sophie Thatcher (‘Heretic’) como Iris y Jack Quaid (‘The Boys’) como Josh. Les acompañan en el reparto Megan Suri, Lukas Cage, Rupert Friend y Harvey Guillén.
La primera media hora de la película es brillante si no sabes de antemano que Iris es un robot. La película en su base es una crítica a la visión de la mujer como objeto, que defiende que la única forma de salir de esa opresión es a través de la educación.
A Iris no le vale con ser consciente de su situación, tiene que luchar para salir adelante, tal y como ocurre en la vida real. La película no solo denuncia la visión conservadora que ve a la mujer como un accesorio del hombre, sino que lo extrapola también a las parejas homosexuales. El mensaje es claro: la violencia y el ninguneo no se vive solo en las relaciones heterosexuales.
**********************************************************************************************************