Aurora (Joana Santos) es una mujer portuguesa inmigrante que trabaja en un gran almacén de Escocia. Atrapada entre los muros de su centro de trabajo y la soledad de su piso compartido, trata de resistir al aislamiento, la alienación y la charla trivial que comienzan a amenazar su consciencia de sí misma. En un entorno dominado por una economía basada en algoritmos y diseñada para mantenernos separados, ‘On Falling’ explora la lucha silenciosa y vital por encontrar sentido y conectar.

On Falling se presentó en la edición del año pasado del Festival de Cine de San Sebastián donde su directora salió premiada con la Concha de Plata a la Mejor Dirección.

Carreira consigue emocionar con su película sin convertirlo en un ejercicio panfletario. Solo necesita mostrarnos el día a día de Aurora, encarnada por una fantástica Joana Santos.

Muchos califican a Laura Carreria como la sucesora de Ken Loach en el cine social, de hecho la película está producida por la compañía del director.

Su mundo está reducido a lo que cabe en el plano junto a ella: un trozo de pasillo, un compañero que le habla, la puerta de la nevera o su cama. Poco a poco Aurora se convierte en un autómata. La entrevista de trabajo, de la que es mejor no decir nada, será un catalizador poderoso y los planos finales, por fin abiertos, dan pie a una esperanza.

La sutileza del guion y de la realización invita a examinar, junto a la obviedad de lo que supone la lógica capitalista y su modo de tratar a las personas, cómo afecta el trabajo a la vida, más aún qué es mi vida y qué son las personas que nos rodean. Al espectador le corresponde sacar sus conclusiones.

Se trata de una película muy dura y muy interesante.

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