Texto y Fotografías: Yolanda Aguas
Según nos señala el TNC en su página web oficial, «GALATEA» es la obra más personal de Josep M. de Sagarra, junto con Pájaros y lobos y La fortuna de Silvia.
Sobre el estreno de Galatea en diciembre de 1948 en el Victoria, Josep M. de Sagarra recordaba que el insólito frío de aquel invierno – y la falta de calefacción en el teatro – hicieron que el público viera la obra temblando con los abrigos puestos. La obra no fue bien recibida por la mayoría de la crítica, y Sagarra se lamentaba que la hubieran insultado como si fuera un incendiario o un corruptor de menores. Aún así, el dramaturgo no estaba de defender la obra: «Con La fortuna de Silvia , con Pájaros y lobos y sobre todo con Galatea creía, y creo sinceramente, que intentaba hacer un teatro más de acuerdo con mi conciencia y más acorde con el clima espiritual de nuestro tiempo ». Con el tiempo, el periplo por la posguerra europea de esta domadora de focas con nombre de ninfa marina ha terminado ocupando un lugar preeminente entre los títulos más importantes de la literatura dramática en lengua catalana.
Dirigida por Rafel Durán y protagonizada por magníficos actores: Anna Azcona, Nausicaa Bonnín, Roger Casamajor, Borja Espinosa, Pep Ferrer, Míriam Iscla, Jordi Llovet, Carol Muakuku, Quimet Pla, Santi Ricart y Ernest Villegas. la obra se representará en la Sala Petita del 29 de abril al 23 de mayo de 2021.
Comenzó la presentación el Director Artístico del Nacional, el maestro Xavier Albertí, indicando que «Puede parecer la historia de un personaje que sale del infierno de la guerra camino del cielo, pero yo la veo más bien como la salida del infierno hacia la aceptación del infierno. Es, además, una obra maestra de la literatura catalana y europea».
Para su director escénico, Rafel Durán: «El texto no habla del coronavirus ni nosotros lo hemos introducido, pero todo lo que hemos vivido en el último año nos acerca al espíritu de la obra Galatea es el alter ego de Josep Maria de Sagarra, que tuvo que huir de España durante la Guerra Civil amenazado por la FAI y luego de París ante la llegada de los nazis. Nuestro país hace tiempo que no vive una guerra y quizás hemos creado una imagen distorsionada de ella, pero el coronavirus, sin ser lo mismo que una guerra, nos ha acercado a muchas de las cosas que ocurren en una guerra, como la muerte, el miedo, la perdida del trabajo y la incertidumbre ante el futuro. Uno de los temas que aborda «Galatea» es la confrontación entre el idealismo y el capitalismo, algo que también conecta con nuestros tiempos, porque hace un año que nuestra sociedad se debate entre priorizar la sanidad o el capitalismo».
La obra teatral, escrita en 1947, narra el recorrido vital de Galatea, una mujer que tiene que sobrevivir a la derrota y a las atrocidades de la guerra.
El arte es otro de los protagonistas de este montaje, en este caso simbolizado por el circo, que también es metáfora de la vida al margen del sistema y del concepto de familia como ‘trouppe’, no necesariamente unida por lazos de sangre. Todo ello en una escenografía creada por Rafel Lladó, que «se aleja del realismo y del historicismo y crea un espacio a medio destruir y a medio construir, reflejo de la Europa de aquel momento».
Incertidumbre, miedo y muerte envuelven la obra de Josep Maria de Sagarra «Galatea», «sensaciones que hemos vivido de cerca durante la pandemia del coronavirus» y que conectan esta pieza escrita tras la II Guerra Mundial con el momento actual, según Rafel Duran, director del montaje.
LOS INTÉRPRETES
La gran Míriam Iscla (que – lamentablemente – no pudo asistir a la rueda de prensa) interpreta a Galatea (y que según me indicaron, en «top secret», está magnífica en la obra), cuyo idealismo va de la mano del personaje de Jeremies, que interpreta Roger Casamajor, y se opone al de Samson, al que da vida Borja Espinosa.
Anna Azcona, Nausicaa Bonnín, Pep Ferrer, Jordi Llovet, Carol Muakuku, Quimet Pla, Santi Ricart y Ernest Villegas completan el reparto de ese montaje, el segundo sobre «Galatea» que acoge el TNC desde su fundación.
Anna Azcona destacó también que ésta era su «primera vez» como actriz en el Teatre Nacional de Catalunya. Realmente parece increíble pero nunca había tenido la oportunidad de trabajar en un montaje representado allí.
Como suele afirmar la gran Jane Fonda: «Nunca es demasiado tarde».