Maniquís y luces de neón poblarán desde esta tarde el escenario del Teatro Principal. Entre ellos se enamorará y sufrirá una Petra von Kant interpretada por Ana Torrent hasta el próximo domingo, con una nueva versión de ‘Las amargas lágrimas de Petra von Kant’ de Rainer Werner Fassbinder.
Escrita durante un vuelo entre Berlín y Los Ángeles y estrenada en 1971, la obra se ha convertido en un clásico del repertorio teatral europeo. En ella, Petra von Kant, una exitosa diseñadora recién separada de su segundo marido, conoce a Karin, una joven de origen humilde. Petra se enamora perdidamente de ella y se compromete a convertirla en una modelo internacional, pero pronto su relación se enturbia.
La versión que ahora llega al Teatro Principalde Zaragoza, dirigida por Rakel Camacho, renueva el espectáculo con una escenografía impactante y un elenco de lujo, formado en exclusiva por mujeres. Al personaje de Ana Torrent se une una Karin interpretada por Aura Garrido en las funciones del sábado y el domingo, mientras que hoy y mañana estará encarnada por Rebeca Matellán. Junto a ellas está Marlene, la silenciosa ayudante de Petra y casi su esclava, a la que da vida Julia Monje, Sidonie, la amiga y confidente que le presenta a Karin, interpretada por Maribel Vitar, y la madre de Petra, encarnada por María Luisa San José, quien aporta un contrapunto irónico.
El amor y la pasión son el motor de esta obra, pero, en este caso, se convierten en un juego de poder, un vínculo tóxico y enfermizo que termina por desgarrar a la protagonista. La soledad es otro de los asuntos que toca, en especial el miedo a ella, lo que llegamos a hacer por no estar solos y la necesidad de la aprobación de los demás.
La escenografía aporta un ambiente opresivo, que concuerda con la sensación que provoca la relación entre Petra y Karin. Diseñada por Luis Crespo, juega con elementos como los maniquís, las luces de neón y colores saturados que encierran al espectador en la habitación de Petra, donde se desarrolla toda la acción.
Una impresión que se complementa con el vestuario de Pier Paolo Álvaro, en el que destacan unos corsés/torsos que aumentan la sensación de rigidez y de angustia.
Las funciones comenzarán a las 20 horas, excepto el domingo, que lo hará a las 19 h.
Las entradas tienen un precio de entre 5 y 25 euros, con bonificación en la sesión de esta tarde.
La Consejera de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández Escuer, y el Gerente del Teatro Principal de Zaragoza, José María Turmo, han presentado hoy en rueda de prensa la obra que estará en el Teatro Principal desde hoy, miércoles 12, hasta el próximo domingo, 16 de noviembre.
Más de 125 años han pasado desde que Vicente Blasco Ibáñez publicara una de sus obras más conocidas, ‘La barraca’. Sin embargo, algunos de sus temas principales se siguen sintiendo actuales, lo que ha animado a la directora Magüi Mira a llevarla al escenario en una versión que podrá verse desde hoy mismo en el Teatro Principal de Zaragoza y hasta el próximo domingo.
La historia sigue siendo la misma que Blasco Ibáñez escribió hace más de un siglo, pero resuena en la actualidad. En ella, se refleja el rechazo al que se ve sometida la familia de Batiste Borrull al instalarse en una barraca y en las tierras en las que vivió durante generaciones la familia del tío Barret, desahuciado por no poder pagar el arrendamiento al propietario de la tierra. Una hostilidad que irá in crescendo hasta terminar en tragedia.
Para llevarla sobre las tablas, Magüi Mira cuenta con un reparto de lujo. Daniel Albaladejo, Antonio Hortelano, Patricia Ross, Jorge Mayor, Antonio Sansano, Claudia Taboada, Elena Alférez y Jaime Riba darán vida a los personajes principales y a dos personajes colectivos, los vecinos y las sombras, que llevan hasta el escenario la fuerza del grupo, uno de los temas principales de la obra. Un trabajo intenso, cargado de verdad y pasión que trasladará al público a la atmósfera opresiva de la obra.
‘La barraca’ vuelve sobre la eterna lucha entre la razón y la violencia, el arraigo a la tierra y el rechazo al otro, la pobreza y sus consecuencias. Asuntos que conmueven todavía hoy porque podemos verlos en nuestra sociedad, como los desahucios, la subida del precio de los alquileres y lo que supone para sus inquilinos, o el acoso infantil, y que mueven a tomar conciencia sobre la necesidad de crear espacios donde la convivencia sea pacífica y sostenible.
La encargada de llevar todas estas emociones a buen puerto es Magüi Mira, gran conocedora del escenario zaragozano. No en vano, repite este año como directora, tras su paso por el Teatro Principal con ‘La música’, protagonizada por Ana Duato y Daría Grandinetti. Este hecho da ejemplo de su prolificidad, pero también de la calidad de sus creaciones. Actriz, directora y dramaturga, ha protagonizado y dirigido más de 70 producciones teatrales, y realizado numerosas intervenciones en cine y televisión, por las que ha recibido numerosos reconocimientos como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o el Premio Valle Inclán a la Mejor Creación Teatral.
Del enorme trabajo de convertir la novela de Blasco Ibáñez en una obra de teatro que mantenga su esencia se encarga la dramaturga y directora de escena albaceteña Marta Torres, que cuenta con una amplia y ecléctica trayectoria. Sus 26 trabajos hasta la fecha le han llevado a obtener reconocimientos como un Premio Max, la Medalla al Mérito Cultural de Castilla la Mancha o el Premio Nacional de Directoras de Escena.
La producción corre a cargo de Jesús Cimarro(PENTACION), con Curt Allen y Leticia Gañán al frente de la escenografía y José Manuel Guerra en la iluminación. Completan la parte artística Santi Martínez Ortiz en la composición musical y Helena Sanchiz en el vestuario.
Las funciones comenzarán a las 20 horas excepto la del domingo, que comenzará a las 19 horas. Las entradas tienen un precio de entre 5 y 25 euros, con bonificación para la sesión de esta tarde.
Esta mañana se presentó en rueda de prensa la obra “Don Juan en los infiernos” de la compañía Teatro Che y Moche.
La Consejera de Cultura, Sara Fernández, y el Gerente del Teatro Principal de Zaragoza, José María Turmo, junto a la Directora de la obra, Mirian Pueo y los actores protagonistas han mantenido un encuentro con los números medios acreditados.
Según ha manifestado Marian Puego: “nuestro Don Juan de los Infiernos es la primera adaptación teatral de la película de Gonzalo Suarez de 1991, con actores de la talla de Fernando Guillén, Charo López y Héctor Alterio, entre muchos. Nuestra adaptación del guion libre de Suarez, que a su vez se inspira en el Don Juan de Moliere, recoge la esencia de ese Don Juan mayor y decadente en la España de Felipe II, que en la obra agoniza a la sombre del esplendor perdido.
Don Juan sigue desafiando los designios divinos y la justicia, convirtiendo sus pasiones en destino y su voluntad en ley. La fama de Don Juan es tan grande como su orgullo, su nombre una leyenda. Gran trabajo actoral y de dramaturgia para dar vida a todos los personajes del universo de Don Juan con sólo tres actores, y un espacio escénico sugerente y maleable del imaginario del artista plástico e ilustrador Óscar Sanmatín. Desatacar el trabajo del polifacético Joaquín Murillo (actor, director, músico, escritor…) que celebra sus 40 años de profesión, de forma magistral en esta magnífica adaptación”.
Don Juan en los Infiernos nos abre las puertas al más hermoso teatro clásico, un teatro clásico más útil que nunca para comprender nuestro presente.
Es Don Juan una de las mayores aportaciones de la literatura clásica a la cultura occidental. En este caso Molière y su espíritu analítico-crítico de la “criatura” y los vicios de su época iluminan a Gonzalo Suárez para escribir esta versión personalísima y todavía inédita en la historia del teatro, donde los maravillosos diálogos literarios, la infinidad de personajes y la trepidante puesta en escena hacen de esta obra, todo un ejercicio de estilo imprescindible para el público teatral.
“No existe otro mito como Don Juan, una de las historias más fructíferas de la historia de la literatura. Fausto o Hamlet no le llegan a la altura del betún”. Carmen Becerra Suarez, filóloga y escritora
Estarán en el Teatro Principal de Zaragoza, del 30 octubre hasta el 2 de noviembre.
Octubre de 2025…Pilares, como es tradición, el equipo de cuerpos especiales de nuestra comisaria en fiestas está preparado para lo que venga…un nuevo caos. Este año, parece que esto va a ser un auténtico reality show. La Comisaría provisional que se monta en el teatro del Mercado vivirá situaciones típicas de un programa televisivo protagonizado por personas reales y personajes de ficción… madre que liada… ¿A qué se enfrentan nuestros agentes? ¿Necesitarán ayuda de otros personajes habituales como los Feriantes, el Pirulo y el Gaseosas, la Frozen, los Minions, la Patrulla Canina, personajes públicos de Aragón?… no lo sabemos, lo que sí que sabemos es que la liarán como todos los años con mucho humor e improvisación. Obra de teatro de improvisación con muchas dosis de humor, diversión y sorpresas festivas.
Este es el argumento de la obra que la Cía Teatro Indigesto / Alfonso Palomares representará en el Teatro del Mercado de Zaragoza desde el 30 de septiembre hasta el 13 de octubre.
Como indicaron ayer tres de sus protagonistas, Alberto Salvador, J.J. Sánchez y Encarni Corrales, es una versión actualizada al presente año 2025.
En esta ocasión, los agentes interpretados por Alfonso Palomares, Alberto Salvador, J.J. Sánchez y Encarni Corrales se enfrentarán a un nuevo reto: sobrevivir a las situaciones más disparatadas de un reality show. Como siempre, no faltarán personajes ya conocidos por el público, como los Feriantes, el Pirulo y el Gaseosas, la Frozen, los Minions, la Patrulla Canina o incluso caras públicas de Aragón. Y, por supuesto, también habrá espacio para nuevas y sorprendentes apariciones.
El espectáculo combina sketches con improvisaciones en las que el público juega un papel protagonista, convirtiendo cada función en una experiencia irrepetible. Ocho años llevan ya estos peculiares agentes «salvando» las Fiestas del Pilar, con aventuras tan rocambolescas como rescatar a la Virgen del Pilar o escoltar a la princesa Leonor junto a la Patrulla Canina.
Este 2025, las carcajadas están aseguradas con 14 funciones que nunca serán iguales, gracias a la improvisación y al sello inconfundible de Teatro Indigesto. Las sesiones comenzarán a las 20:00 horas, excepto los domingos y el lunes 13 de octubre, que arrancarán a las 19:00 horas.
Las entradas tienen un precio de 20 euros, con descuentos especiales los días 30 de septiembre, 1 y 2 de octubre.
El Ballet Nacional de España regresa a Zaragoza, concretamente al Teatro Principal, con Generaciones. Es un programa mixto de repertorio y nuevas coreografías, que parte de la tradición de la danza española y refleja la evolución de las propuestas escénicas a través de tres generaciones de creadores. La compañía estatal de danza española, dirigida por Rubén Olmo, no pisaba los escenarios aragoneses desde 2021, cuando participó con notable éxito en las celebraciones conmemorativas del Año Goya.
El Ballet Nacional de España ofrecerá cinco funciones de Generaciones del 5 al 9 de marzo. El público podrá ver algunas de las obras más emblemáticas del repertorio, como Ritmos, de Alberto Lorca, y Grito, de Antonio Canales.
La primera es una coreografía sin argumento que su autor dedicó a Encarnación Įópez “La Argentinita” y celebra la belleza visual de la danza en cinco movimientos. La segunda hace un repaso de palos representativos del flamenco: seguiriyas, soleás, alegrías, tientos y tangos. El programa diseñado por Rubén Olmo para Zaragoza incluye otra coreografía histórica que la compañía remontó con ocasión de la declaración de la Jota como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Se trata de la Jota Aragón, una pieza creada por Pedro Azorín, con música de Salvador Ruiz de Luna. Su impactante presencia escénica ha contribuido a situarla como la jota más popular y bailada del repertorio nacional. Interpretarla en Zaragoza supone una especial responsabilidad para la compañía, que quiere homenajear así a la tierra que vio crecer a Azorín, extraordinario bailarín y maestro de la jota aragonesa. Para Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España, es tan importante recuperar piezas clave de nuestro repertorio histórico como fomentar la creación contemporánea, sin perder de vista las últimas corrientes artísticas.
Por ello, Generaciones incorpora tres piezas coreográficas que muestran el trabajo de una nueva generación de autores. Son tres solos creados para intérpretes femeninas que se alternarán en las distintas funciones. La primera bailarina Inmaculada Salomón interpreta Pastorela, de Antonio Ruz, con música de Manuel Blasco Nebra los días 5 y 8 de marzo; una coreografía que se mueve sin prejuicios entre la escuela bolera, la danza estilizada y la contemporánea.
En Aurora, de Jesús Carmona, la solista Miriam Mendoza baila al ritmo de El Corpus Christi en Sevilla de Isaac Albéniz el día 7 de marzo. Por su parte, la también solista Débora Martínez interpreta Jacaranda, una pieza de Rubén Olmo con música de Alberto Ginastera que parte de este árbol tropical para reflexionar sobre la feminidad y la naturaleza, los días 6 y 9 de marzo. En esta gira contaremos con la interpretación al piano del músico invitado Juan Carlos Garvayo.
El Ballet Nacional de España (BNE) es la compañía pública referente de la danza española desde que se fundó en 1978 bajo el nombre de Ballet Nacional Español, con Antonio Gades como primer director. Forma parte de las unidades de producción del Instituto Nacional de la Artes Escénicas y de la Música (INAEM), perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte.
La finalidad del BNE se centra en preservar, difundir y transmitir el rico patrimonio coreográfico español, recogiendo su pluralidad estilística y sus tradiciones, representadas por sus distintas formas: académica, estilizada, folclore, bolera y flamenco. Asimismo, trabaja para facilitar el acercamiento a nuevos públicos e impulsar su proyección nacional e internacional en un marco de plena autonomía artística y de creación. Rubén Olmo, Premio Nacional de Danza 2015, se ha incorporado al Ballet Nacional de España en septiembre de 2019 con la intención de trabajar para la preservación, la difusión y la movilidad del repertorio tradicional de la Danza Española, incorporando además nuevas creaciones y abriendo las puertas a las vanguardias y la experimentación. Esta supone su segunda etapa en el BNE, compañía de la formó parte como bailarín entre 1998 y 2002.
De 2011 a 2013 ejerció como director del Ballet Flamenco de Andalucía, institución dependiente de la Junta de Andalucía, con la que estrenó montajes propios como Llanto por Ignacio Sánchez Mejías o La muerte de un minotauro. Anteriormente, formó su propia compañía, para la que creó espectáculos como Érase una vez, Belmonte, Las tentaciones de Poe, Horas contigo, Naturalmente Flamenco y Diálogo de Navegante. También ha colaborado como coreógrafo o bailarín con figuras destacadas de la Danza Española como Aída Gómez, Antonio Najarro, Eva Yerbabuena, Víctor Ullate, Antonio Canales, Rafael Amargo, Isabel Bayón, Rafaela Carrasco y Aída Gómez.
RUBÉN OLMO
Con solo 9 años Rubén Olmo ingresó en el Conservatorio de Sevilla, donde se licenció en Danza Española y Danza Clásica. Su carrera profesional comenzó a los 16 años, cuando ingresó en la Cía. de Javier Barón. Después ha bailado en la Cía. de Danza Española de Aída Gómez, en el Ballet Nacional de España o en la Cía. de Eva Yerbabuena, antes de cumplir el sueño de formar su propia compañía en 2006. Premio Nacional de Danza en 2015 y Max en 2014, ha sido maestro en el Centro Andaluz de Danza y director del Ballet Flamenco de Andalucía y lleva cinco años al frente del BNE.
El Teatro Principal de Zaragoza acogerá, desde el jueves hasta el próximo lunes, “La Colección”, la última obra escrita y dirigida por Juan Mayorga. Este montaje cuenta con un elenco de lujo encabezado por dos grandes nombres del teatro español: José Sacristán y Ana Marzoa. Junto a ellos, Ignacio Jiménez y Zaira Montes completan el reparto en una obra que reflexiona sobre la memoria, el amor, el deseo y la muerte. Coproducida por Lazona y Teatro de la Abadía, presentaron hace unos meses uno de los montajes más esperados de esta temporada.
Texto y dirección de Juan Mayorga, que es una invitación a reflexionar sobre el paso del tiempo y la relación entre las personas y los objetos que las sobreviven. Con una narrativa rica en matices y un trasfondo filosófico, la obra lleva al espectador a descubrir, poco a poco, las complejidades de los personajes y el misterio que rodea a la colección. Es la segunda producción de un texto de Juan Mayorga como director y autor desde que se puso al frente de la dirección artística de la Fundación Teatro de La Abadía. La producción ya se vio allí, en la Sala San Juan de la Cruz.
La historia se centra en cuatro personajes. Héctor y Berna son un matrimonio sin hijos, y a lo largo de su vida han reunido una colección a la que sacrificaron todo lo demás. Ahora, ancianos, quieren asegurarse de que su colección los sobreviva, para lo que buscan un heredero. Han convocado a Susana, coleccionista a su vez, acaso para examinarla. Los acompaña Carlos, quizá un examinador, o una pieza de la colección. La colección es una obra sobre el matrimonio, sobre el paso del tiempo y sobre la misteriosa relación entre las personas y los objetos.
Para el autor del texto, Juan Mayorga, “era necesario que alguien hiciese la colección. Imágenes separadas por océanos o siglos esperaban que alguien las reuniese. Su destino era la colección. Si algún día, dentro de un millón de años, un ser capaz de pensar y de sentir encuentra la colección, sabrá qué es la humanidad y qué podría haber sido. Antes de atravesar esa puerta, piensen que, cuando vuelvan a este lado, todo lo verán desde la colección. También a las demás personas y a sí mismos. La colección te descubre. No puedes verla y no preguntarte quién eres, porque contiene todo lo que eres y todo lo que no eres».
Ana Marzoa: «Es un texto que tiene muchas lecturas. A través del título siempre lleva a pensar que es una pinacoteca, o sea, obras de arte. En esto hay un misterio. Yo creo que lo interesante también en esta pareja es que hay una vocación porque no hay un afán material. Han empleado su vida a coleccionar objetos, estados de ánimo, cosas».
José Sacristán:«Héctor es la antítesis de su propia vida, en la que nunca ha preferido esperar. Yo desde niño opté por la acción, siempre quise ser actor. Esta obra la he tomado como un reto personal, una visión filosófica que me ha permitido salir de obras realistas y concretas de autores como Delibes y llegar a algo más etéreo. No hay que caer en esa cosa tramposa de la experiencia profesional, de la confianza en el oficio. Sí que procura unos apoyos, y lo que puedes hacer está bien, pero siempre será previsible». El maestro recordó que lleva siete décadas actuando en el coliseo zaragozano, por el que siempre ha sentido un cariño especial: «Recibí dos butacas maravillosas del antiguo patio que están en mi casa de Peralejo, en el cine que tengo allí».
Con su presencia estos días en Zaragoza, regresa a la ciudad tras su memorable interpretación en Señora de rojo sobre fondo gris en 2020.
Ana Marzoa, reconocida tanto en teatro como en televisión, estuvo hace unos años con el montaje dirigido por Amelia Ochandiano, «Una Gata sobre un Tejado de Zinc caliente», en la temporada 2016-2017.
Zaira Montes e Ignacio Jiménez completan el reparto, con su juventud no exenta de experiencia, ya que ambos poseen importantes trayectorias en teatro y producciones de televisión de éxito.
Los dos veteranos intérpretes, Sacristán y Marzoa, presentes en la rueda de prensa recibieron el libro publicado por el 225º aniversario de la mano de la consejera de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández.
Las entradas están prácticamente agotadas para las cinco funciones programadas. Sin duda, «La Colección» será uno de los grandes acontecimientos culturales de esta temporada teatral en Zaragoza.
Esta mañana se ha presentado en la Sala Hormigón de la Nave 10 del Teatro Español en las Naves del Matadero la obra: TAN SOLO EL FIN DEL MUNDO, dirigida por Israel Elejalde.
Tan solo el fin del mundo es una historia de reencuentros y despedidas. Después de años de ausencia, Louis (Eneko Sagardoy), de 34 años, regresa al pueblo donde creció para visitar a la familia que abandonó hace muchos años en busca de una nueva vida. Allí se reencontrará con su madre (María Pujalte), su hermana Suzanne (Yune Nogueiras), su hermano Antoine (Raúl Prieto) y la mujer de este, Catherine (Irene Arcos). Louis vuelve con la intención de comunicar que está muy enfermo y que va a morir de manera inminente, pero su llegada desencadenará el resurgimiento de conflictos del pasado y de viejas tensiones familiares.
Lagarce escribió Tan solo el fin del mundo en Berlín en 1990. Poco tiempo antes, había recibido la noticia de que era portador del VIH. Desde su muerte en 1995, con solo 38 años, su obra literaria −veinticinco obras de teatro, un libro de relatos, un ensayo y hasta un libreto de ópera− ha conocido un creciente éxito de público y crítica, convirtiéndose en el autor francés contemporáneo más representado en su país. Desde 2007, Tan solo el fin del mundo forma parte del repertorio de la Comédie Française. A raíz de la adaptación cinematográfica llevada a cabo por el director canadiense Xavier Dolan estrenada en 2016, este texto fue publicado en España por la editorial Dos Bigotes. Tan solo el fin del mundo, del dramaturgo Jean-Luc Lagarce, está considerado uno de los textos imprescindibles del teatro contemporáneo francés.
Durante la rueda de prensa, su director, Israel Elejalde, ha manifestado que: «Lagarce se mueve a un nivel simbólico tan alto como puede moverse Lorca. Juega con toda la tradición francesa de teatro con unidad de espacio y tiempo para, a su vez, transformarla a un nivel poético absolutamente arrebatador».
Han intervenido también los actores que forman parte del reparto de la obra:
Eneko Sagardoy: «Mi personaje es Louis, el hijo pródigo que ha estado ausente tantos años y regresa para dar esa noticia fatal de su muerte inminente. Es un personaje que fluctúa en el tiempo, en el espacio. Habla en el pasado desde el instante que recibió la noticia de que iba a morir pronto. Meses de negación, de euforia oscura y absurda. Se presentan cortes temporales donde dimensiona su presente con la familia».
María Pujalte: «Interpreto un personaje que se llama LA MADRE. Ese es mi papel dentro de esta historia. Es un posicionamiento de intentar siempre armonizar: con la familia, con la llegada del hijo pródigo. Al mismo tiempo toma una cierta distancia de todo lo que están viviendo sus hijos y también del conflicto familiar. Es una mujer un poco anclada en el pasado. Su distancia emocional está en el recuerdo de lo vivido. Yo creo que es el personaje que evoca, que trae al relato de la función la infancia, el psado; todo lo que esa familia vivió cuando eran felices».
Raúl Prieto: «Mi personaje es Antoine, el hermano. Tiene una relación especial con Louis. Viven un amor fraternal inmenso pero también conflictivo. Esa clase de relación entre hermanos que se da: aunque lo amas lo matarías en muchos momentos. En la familia se establecen roles desde muy pequeños y permanecen ahí durante mucho tiempo. Si no te das cuenta puedes terminar siendo un esclavo de ese rol».
Irene Arcos: «Yo soy Catherine, la esposa de Antoine, soy la cuñada del protagonista. No pertenezco sanguineamente a esta familia. Es un poco, o podría ser, la conexión con el espectador porque tengo un pie dentro y otro pie fuera… Es verdad que mi implicación es algo más porque estoy casada con Antoine. Un matrimonio que tiene ya sus arañazos y, de alguna manera, para Catherine la llegada de Louis es la herida. Creo que es la herida que siente que tiene esta familia, creo que quizá pueda salvarse con este encuentro con su marido y un poco con todos. Ella ve que el dolor está presente todo el tiempo: en su marido, en ella misma. La llegada de Louis para ella es muy esperanzadora».
Gilbert Jackson: «Para mí era fundamental contar qué le ocurre por dentro al personaje de Louis, traducir lo mental a lo físico. La danza y el cuerpo son dos buenos vehículos para mostrar todo lo que se intuye en su interior».
En el apartado técnico-artístico participan: traducción de Coto Adánez, diseño de espacio escénico de Monica Boromello, diseño de iluminación de Paloma Parra, diseño de sonido de Sandra Vicente, diseño de vestuario de Sandra Espinosa, composición de música original de Alberto Torres y diseño de videoescena de Pedro Chamizo.
Es una coproducción de Teatro Español y Teatro Kamikaze y podrá verse en la Sala Fernando Arrabal del 29 de noviembre al 7 de enero.
Está protagonizada por Irene Arcos, Yune Nogueiras, Raúl Prieto, María Pujalte, Eneko Sagardoy y el bailarín Gilbert Jackson.
Fotografías realizadas en el Teatro Español de Madrid por Yolanda Aguas
JOSEP MARIA FLOTATS I PICAS, hombre de teatro total.
Ayer tuve un encuentro con el MAESTRO de todos los maestros. Aunque opino lo mismo, no es una frase mía; es lo que me dicen siempre “todos los maestros” cuando hablamos de él.
Actor, director escénico, productor, adaptador y traductor, figurinista, gestor cultural… A lo largo de su dilatada carrera profesional ha honrado sobradamente al teatro catalán por el mundo. Josep Maria Flotats ha difundido la cultura en lengua catalana con las producciones en catalán ‘Un réquiem a Salvador Espriu’ en París y ‘Ahora que los almendros ya están batidos’ en Madrid y en Frankfurt.
Su aportación y experiencia permitió la creación de lo que hoy en día se conoce como estructura de teatro público. Esa inmensa labor y su excelencia actoral, han sido reconocidas y premiadas con muy diversas distinciones:
El Gérard Philippe (1970), el Prix de la Critique Française (1980), el Premio Nacional de Teatro (1989), los nueve premios Max o los dos premios Unión de Actores al mejor actor.
Hay que sumar a estos premios, diferentes distinciones honoríficas como: Oficial de la Legión d’Honneur des Arts et des Lettres, en Francia; la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, la Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes, el doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona y el Premio honorífico Anna Lizarán de los Premios Butaca de Teatro de Catalunya.
La carrera de Josep Maria Flotats, que arrancó en la Asociación Dramática de Barcelona, ha estado marcada por su educación francesa y por su formación en la Escuela Supérieure de Arte Dramatique de Strasbourg, el actual Teatro Nacional de Strasbourg, que le abrió las puertas de diferentes compañías hasta que en 1981 fue contratado por la Comédie-Française, de la que fue director y con la que llevó a Barcelona, dos años después, ‘Don Juan’ de Molière, representada en el Gran Teatro del Liceo.
Una vez terminada su etapa con la Comédie-Française, Josep Maria Flotats volvió a Barcelona donde creó la Compañía Flotats, la compañía estable del Teatro Poliorama durante los diez años en que fue el Centro Dramático de la Generalitat de Cataluña y donde se interpretaron grandes montajes, entre ellos el mítico ‘Cyrano de Bergerac’. En aquella obra colaboró junto a él la figurinista María Araujo, que había estudiado en Nueva York, maquillaje y caracterización con el gran Dick Smith (“El Padrino”, “El exorcista”). Ella fue la que creó la famosa nariz del Cyrano que Flotats llevó en su interpretación.
La experiencia europea de Flotats se tradujo con la incorporación al teatro catalán de un estilo muy personal, preciosista y preciso, y con un trabajo de actores riguroso.
Flotats fue el fundador y primer director del Teatro Nacional de Cataluña y su compañía se presentó el 12 de noviembre de 1996, en la sala Tallers, con ‘Ángeles en América’ de Tony Kushner.
El TNC se inauguró oficialmente el 11 de septiembre de 1997 con ‘La Gaviota’ de Chéjov. Inolvidables la gran Núria Espert y una jovencísima Ariadna Gil.
En 1998, Flotats se instaló en Madrid donde fundó su propia productora (Taller 75) con la que estrenó ‘Arte’ en el Teatro Marquina logrando un éxito de público y crítica incontestable.
La etapa de Madrid se ha completado con otros importantes trabajos:
Con la CNTC (Compañía Nacional de Teatro Clásico): “El enfermo imaginario”, estrenado el 18 de noviembre de 2020 en el Teatro de la Comedia.
Con el CDN (Centro Dramático Nacional): “La mecedora”, estrenado el 13 de enero de 2012 en la sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán.
“Voltaire/Rousseau. La disputa”, estrenado el 12 de enero de 2018 en el Teatro María Guerrero, coproducción del CNA-Taller 75.
Otros trabajos son:
“La Cena”, estrenado el 16 de septiembre de 2004 en el Teatro Bellas Artes.
“La verdad” de Florian Zeller, estrenado el 5 de octubre de 2012 en el Teatro Cofidis-Alcázar.
Es muy importante destacar que la obra que actualmente representa en el Teatro Español, “París 1940” ya la estrenó en Madrid hace bastantes años. Concretamente fue el 9 de octubre de 2002 en el Teatro Bellas Artes. El papel de Doña Elvira lo interpretaba entonces Mercé Pons.
Desde su llegada Madrid, su vínculo con el Teatro Español comenzó 2009 con “El encuentro de Descartes y Pascal joven”, cuyo estreno fue el 22 de enero de 2009..
En el año 2010 llegó “Beaumarchais” de Sacha Guitry, una coproducción del Teatro Español de Madrid y el Teatro Arriaga de Bilbao, estrenada en Madrid el 30 de noviembre de 2010.
Quedan muy pocos días para disfrutar de su magisterio en la “nueva” versión de “París 1940” Estarán hasta el próximo 8 de enero. Esta vez “Doña Elvira” está interpretada magistralmente por Natalia Huarte.
¡Corran a verles¡ Es una verdadera clase magistral de TEATRO.
Fotografías y programas de prensa: Archivo personal Francesc Mazón Camats
Anna Maria Ventura Mayoral, Barcelona 23 Mayo 1923 / Madrid 22 Julio 2021
Nacida en Barcelona, en el barrio popular y marinero de la Barceloneta. Su padre Celestí Ventura Raballí “Tino“ era un activo cooperativista, dramaturgo y poeta, propietario de una imprenta “L’Art del Llibre “ en el cercano barrio gótico. Alumna desde los cinco años de la mítica Escola del Mar, construida sobre la misma playa de la Barceloneta y de la que conservará siempre vivo el recuerdo de su formación en ella y su destrucción durante la guerra civil por uno de los feroces bombardeos a que fue sometida su ciudad natal. La constante amenaza de las bombas, llevó a su familia a refugiarse en una casa abandonada en Sant Joan Despí, en las afueras.
Anna Maria había iniciado su formación y actividad teatral, apenas una niña, en el cuadro escénico del Ateneu Obrer “ La Fraternitat” de la Barceloneta que dirigía su padre.
Frecuenta el Institut del Teatre y colabora con un grupo de teatro amateur el Teatre Studium, creado por el joyero modernista Lluís Masriera, escenógrafo y dramaturgo, ubicado en el Temple Studio, singular edificio grecolatino en el Ensanche, donde coexistían el Taller del artista y un pequeño teatro. En la inmediata posguerra pasó a llamarse “El Teatro de Los Artistas“.
Llega a debutar en pequeños papeles de dama joven en el Teatre Romea, pero el panorama teatral de los pocos escenarios barceloneses era desolador. Apenas mayor de edad decide trasladarse a Madrid en busca de mejores posibilidades. Allí la actividad teatral privada y pública era intensa a pesar de la estricta censura y los escasos medios. Pasará por diferentes compañías de las que destacamos la de Isabel Garcés-Arturo Serrano, la de Catalina Bárcena o la de Julia Gutiérrez Caba-Manuel Collado. Un largo meritoriaje y precarias condiciones económicas. Coincide en esta dura posguerra con el escenógrafo, figurinista y actor José Luis López Vázquez, con quien se casará en 1951 y del que se separó años después.
Ambos habían vuelto a Barcelona en 1955, integrados en la Compañía Marsillach / Soler Leal con el enorme éxito popular de “Bobosse” de André Roussin, en el Teatre Windsor de la Diagonal.
Un salto adelante se produce con su incorporación a la compañía de Alberto Closas, regresado del exilio argentino, con ella hará su primera gran gira de ocho meses por Sudamérica. En esta nueva década de los 50s, destacan sus trabajos en el teatro clásico “Don Gil de las calzas verdes” y especialmente su colaboración en el estreno de “Sublime Decisión“ 1955 de Miguel Mihura, quizás el mejor autor del momento, inicio de una gran amistad.
Ya en la década de los 60s, trabajando en el Teatro de la Comedia de Madrid, se inicia su consideración como una actriz versátil y sólida, destacó su trabajo en “La bella Dorotea“ 1963 de Cervantes en versión de Mihura. Su paso al Teatro Nacional María Guerrero bajo la dirección de José Luis Alonso, que ella considerará siempre su estimado maestro, supone su confirmación. Se inicia un periodo apasionante, toda una etapa espléndida formando parte de una compañía estable irrepetible, con los sucesivos estrenos de clásicos contemporáneos: “Todos eran mis hijos “ de Arthur Miller 1963, “A Electra le sienta bien el luto “ de O’Neill 1965 (con Julia Gutiérrez Caba y Núria Espert como protagonistas) o “El sol en el hormiguero“ estreno de un nuevo autor, Antonio Gala. También en el María Guerrero se produce la definitiva recuperación de Valle-Inclán con el éxito de “La enamorada del Rey“como protagonista. Ana María se convertirá en vibrante especialista de los difíciles textos de Valle. “Romance de Lobos“, ”La Marquesa Rosalinda” o “Luces de Bohemia” que llevará de gira a París, Moscú y México DF, la trilogía completa de sus “Comedias Bárbaras“ o su ciclo de conferencias sobre el autor impartidas en New York.
En su segunda temporada con José Luis Alonso, ya en la década de los 70s llegará el mejor momento y el reconocimiento de crítica y público de aquella mítica compañía: “Así es si así os parece “ de Pirandello, “Tres sombreros de copa“ de Mihura o “El círculo de tiza caucasiano” estreno comercial de Bertolt Brecht en España. El apoteósico éxito de la versión teatral de “Misericordia “en 1972, de Benito Pérez Galdós, con dirección de Alfredo Mañas y supervisión de Alonso. Largas giras por toda España, Centro y Sudamérica, llamadas, algo pomposamente,”Embajada Cultural y Teatral”. También con “Misericordia“ llegará la puesta de largo europea del teatro español; una exitosa gira por Lisboa, Dublín o diferentes ciudades del Este (Praga, Varsovia, Bratislava…). Muchos pudimos disfrutar de esta versión en su difusión por TVE, en Estudio I.
Josep María Pou en su texto “El Espacio Vacío“ reflexionaba así sobre su debut en la Compañía Maria Guerrero:
“Conocí personalmente a José Luis Alonso el verano de 1970 ( … ) nos contrató para cubrir los papeles más pequeños de “Romance de lobos“ que iba a iniciar la temporada y marcaba el principio de la que fue su segunda y brillante temporada en ese teatro. Allí en el escenario vacío, junto al grupo de bisoños estaban los grandes, los de siempre, los “Históricos“ José Bódalo, José María Prada, Margarita García Ortega y Félix Dafauce (…) y Julia Trujillo y Ana María Ventura. Allí estaba la escuela de José Luis“.
A principios de los 80s, una fuerte inversión cultural hizo posible que disfrutáramos en Barcelona de temporadas estables del CDN. En el escenario del Teatro Tívoli se estrenaron sucesivamente “Don Álvaro o la fuerza del sino” del Duque de Rivas en versión de Nieva. “Luces de Bohemia “ de Valle con dirección de Lluís Pasqual o el ambicioso montaje de la trilogía completa de las Comedías Bárbaras de Valle-Inclán, con dirección de José Carlos Plaza.
Finalmente su estimada ciudad natal podía disfrutar de su presencia en los escenarios con cierta continuidad. El año 1993, Pilar Miró estreno aquí y en catalán su brillante montaje de “Les Amistats Perilloses” de Chorderlos de Laclos con Mercè Sampietro al frente. Recordemos que su trabajo en “Una altra Fedra, si us plau “ de Espriu fue en la versión castellana de la obra presentada en Madrid por la compañía de Núria Espert.
Su segundo gran encuentro teatral se produce en 1976 con el estreno conjunto de ”La carroza de plomo candente“ y “El combate de Ópalos y Tasia” del pintor, escenógrafo, dramaturgo y fenómeno teatral Francisco Nieva. Ana María se convertirá en su sorprendente musa, a lo largo de los 80s estrenará seis obras del autor , especialmente las protagonistas, como Tasia de “El combate…“, Mirtila en “La Señora Tártara“ o La Melga en el mayor éxito del autor en el CDN María Guerrero “Coronada y el toro“ dirigida por JL Alonso. Sus últimos estrenos en espléndidas condiciones: “El baile de los ardientes“ 1990 en el papel de Donna Perlata, coincide con la dramática e inesperada desaparición de José Luis Alonso.
Nieva explicaba en una entrevista “… me siento frustrado porque no dispongo de una compañía estable (en referencia a Alonso). Hay actores muy intuitivos como Julia Trujillo o Ana María Ventura que a la vista del decorado extreman sus actitudes y se vuelven pictóricas, conocen muy bien mi teatro y trabajar con ellas es pura delicia…” y la crítica de M. Pérez Cotillo destacó “su esposa Donna Perlata es una cristiana idólatra (…) Ana María Ventura está a sus anchas con el texto. Conoce bien al autor, desde su deliciosa Tasia del Combate y llena de desplantes y desmayos las letanías de sus dolores, sus parlamentos son puro placer…”.
En septiembre de 1992 en el Teatro Central de Sevilla dentro de los fastos de la Exposición Universal , se estrena “Españoles bajo tierra“ en el personaje de la Cariciana, de nuevo junto a Julia Trujillo, la crítica destacó “el paladeo casi operístico del texto de ambas y el atrevimiento de Ana María”. Fue su última obra de Nieva.
La actriz se mantuvo activa, casi siempre en papeles de carácter, en obras como “El Tartufo” de Molière en versión de Marsillach, ”El Pato silvestre” de Ibsen, el aplaudido montaje de “El tio Vania“ de Chekhov en versión de Miguel Narros o su nominación a los premios Max por su personaje de madre de las solteronas en “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores“ de Lorca.
El año 2011 se despide de los escenarios con “Woyzeck“ de Büchner en el Teatro María Guerrero, como no podía ser de otra manera.
En una irónica pirueta del destino, esta excelente y cultísima actriz superó el temible covid para morir tan solo unos meses antes de la celebración del centenario de su adorada Escola del Mar, de la que se sintió siempre alumna privilegiada, como un barco de madera anclado en la playa de la Barceloneta del barrio que la vio nacer.
Texto: Yolanda Aguas Fotografías al término de la representación de DIVA: Yolanda Aguas
Sube el telón, en escena un chaise longue, un piano y un tocadiscos. Una mujer vestida de blanco acostada en el sofá y el sonido envolvente del aria «Casta Diva» de la ópera Norma de Bellini. Algo que nace de un modo tan hermoso no puede seguir ni terminar mal. La dramaturgia escrita por Albert Boadella nos presenta a Maria Callas (sublime… MAGISTRAL la soprano y actriz María Rey-Joly) que se halla en el ocaso de su vida.
Reside en París alejada de todo, en su lujoso piso de la avenida Georges-Mandel número 36, con la única compañía de su fiel ama de llaves Bruna Lupoli (que no aparece en la obra). Su voz ya no tiene nada que ver con lo que fue. La crítica se cebó con ella en sus últimas apariciones y no ha vuelto a cantar en público. Ha muerto Onassis. La realidad de su decadencia le hace vivir un mundo de recuerdos. Desdeña el presente mientras fuerza a su repetidor, Ferrucio (inmenso el tenor y actor Antonio Comas), para que le acompañe en un imaginario repertorio que ya no podrá realizar. También lo utiliza para crear una situación sadomasoquista. Le obliga a interpretar a Onassis, su gran amor. Sus momentos más apasionados y estelares. En su delirio, se imagina al griego como pareja de los grandes dramas operísticos que ella protagonizó. Alguien que la mata o alguien con quien morir al final de la ópera. Es el inicio del camino hacia su propio y misterioso final, que muy pronto realizará a su voluntad.
Ha sido valiente Albert Boadella al rendir homenaje a María Callas, una de las grandes personalidades artísticas de la Historia del bel canto (para muchos de nosotros, la más importante), VOZ INMORTAL. No hace mucho tiempo, estuvo también en el Teatro Principal de Zaragoza otra de esas figuras incontestables de las Artes escénicas: Norma Aleandro. Vino para interpretar a la Callas en «Masterclass», obra que en España representó la gran Núria Espert. Todos los homenajes que se rinden a la Callas siempre serán pocos. Parece que su espíritu no pudiera, ni debiera, abandonarnos. Momentos antes del inicio de la representación, el pasado jueves 27 de mayo, en el Teatro Principal de Zaragoza se respiraba cierta «tensión emocional» ante lo que intuíamos iba a suceder en el escenario. Finalizada la representación no hubo decepción alguna, todo lo contrario, la emoción lo envolvía todo.
Mérito del dramaturgo y director de la obra, por supuesto, pero muy especialmente del trabajo extraordinario de los dos intérpretes protagonistas: María Rey-Joly y Antonio Comas.Es un lujo verles bailar el sirtaki griego…
Antonio Comas está impresionante en DIVA. Interpreta dos personajes: Aristóteles Onassis y Ferruccio Mezzadri. Le conocía principalmente por sus trabajos con el maestro Xavier Albertí («El gran mercado del mundo», «L’hort de les oliveres»…). Dirigido también por el álter ego de Albertí, Wanda Pitrowska («Per començar, sarsuela) y muchas veces vestido por la magia de nuestra añorada María Araujo…
Comas, magnífico actor y voz poderosa es el contrapunto perfecto a su paternaire… lo demuestran también sus números musicales: Singin’ in the Rain (Arthur Freed), Stormy Weather (Harold Arlen / Ted Koehler), Il Mondo (letra de Gianni Boncompagni y música de Jimmy Fontana y Carlos Pes) que, casualmente, también interpretó en «El gran mercado del mundo» para el TNC (Teatre Nacional de Catalunya). Una delicia siempre verle actuar.
María Rey-Joly interpreta el rol de María Callas. No es una imitación, creo que es muy importante dejar esto claro desde el principio. Es una (GRAN) interpretación, con mayúsculas, de un personaje creado por Boadella. Con una presencia y voz prodigiosas, Rey-Joly conmueve de principio a fin. Seguramente no seré capaz de encontrar las palabras justas para expresarlo. Está dotada por el don que la vida le ha dado (y que ella ha formado exquisitamente): la belleza inmensa de su voz. Todavía en mi recuerdo el eco de su voz cantando: el “Ave María” del Otello de Verdi y con “Sola, perduta, abbandonata” de Manon Lescaut de Puccini.
Delicada y fuerte al mismo tiempo, se mueve por el escenario (¡Y de qué manera¡) durante toda la función dando vida a una mujer que sufre por el paso del tiempo y por su exilio interior… Le ayuda la gran iluminación de Bernat Jansà que es más una caricia que un trabajo técnico-artístico.
Mientras la observaba desde el patio de butacas, vinieron a mi recuerdo grandes veladas teatrales. He tenido la dicha de ver trabajar a artistas extraordinarios: Vanessa Redgrave, Hanna Schygulla, Isabelle Huppert, Fiona Shaw, Norma Aleandro, Carme Elías, Núria Espert, José María Rodero, José Bódalo, Josep María Pou, Rudolf Nureyev, Pina Bausch, Julio Bocca, Ute Lemper… la lista es interminable. Y el pasado jueves, mientras contemplaba a María Rey-Joly supe con certeza que ésa era ya una de las veladas más importantes y emocionantes de mi vida.
Al término de la representación me sucedió lo que en muy pocas ocasiones: no quería abandonar el teatro. Era algo así como el deseo de que la función volviera a comenzar… Estoy segura que me comprenden. Tienen la oportunidad de ver la obra hoy, sábado 29 y mañana, domingo 30.