

‘Ellas hablan’ cuenta la historia de un grupo de mujeres que pertenecen a una extraña y aislada comunidad religiosa en 2010. Todas ellas pelearán por recuperar el espíritu inicial de esta religión el cual ha sido profanado, igual que su fe, por los abusos sexuales que sufrieron estas mujeres a manos de los hombres de la congregación.
La película está basada en la novela de la escritora, también canadiense, Miriam Toews. Toews y Polley han trabajado juntas en la adaptación del libro a la gran pantalla. El libro, que lleva el mismo nombre que la película, fue publicado en 2018, cinco años después la historia cobra vida.
Para personificar a este grupo de religiosas Polley contará con las actrices: Rooney Mara (‘Milennium: Los hombres que no amaban a las mujeres’), Claire Foy (‘Fist Man – El primer hombre’), Judith Lee Ivey (‘La mujer de rojo’), Sheila McCarthy (‘Poseído’), Jessie Buckley (‘La hija oscura’) y la ganadora de tres premios Oscars Frances McDormand (‘Nomaland’).
La película está producida por Brad Pitt, Emily Jade Foley y Lucibello Brancatella.
Es una película de reeducación básica rodada para un público que, ya desde su título, no va a ir a verla poniendo como excusa palabras que no significan nada en un mundo cada vez más conservador. Sarah Polley predica a los conversos, habla de los derechos humanos más básicos y pese a todo se ve obligada a poner algunos añadidos para no enfadar a esa gente cuya opinión ya está rubricada antes de empezar a verla. Su existencia es tan absolutamente comprensible… como terriblemente triste.
El filme de Polley tiene aires de obra de teatro, pero intención de llegar a la mayor audiencia posible para esparcir los puntos clave de un mensaje con el que hace años cualquiera estaría de acuerdo, pero que el retroceso cultural (le pese a quien le pese) hace tristemente necesario recalcar. Por obvio que parezca, sí, violar está mal, las mujeres tienen derechos y elección propia.
Es una película interesante, bien rodada, fabulosamente interpretada y con un guion poderoso. En un mundo que cada vez rechaza más los matices, esta película se pregunta si es posible perdonar a tu violador, si el perdón obligado es realmente perdón o si este puede confundirse con permisión. Son preguntas duras, necesarias y que hace no tanto podríamos haber contestado sin dudar.
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