

Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee).
La película arranca bajo la forma de una épica con feudo familiar de por medio ampliamente reconocible. El choque entre dos hermanos con personalidades opuestas como las dos caras de una moneda tras la aparición de una mujer y su hijo en el núcleo del hogar, da pie a un reflejo visceral de la violencia intrínseca del género que no necesita mostrar un sólo revólver en pantalla; valiéndose únicamente de personajes recluidos en sus propias psiques, virilidades tóxicas, y de unas sensaciones de angustia y desasosiego sutiles e incisivas.
Campion se toma su tiempo en cocinar a fuego muy lento la historia, y se ve obligada a tomar ciertas decisiones un tanto peculiares en lo que respecta al tiempo en pantalla de algunos personajes principales, pero el conjunto no deja de ser tan impecable como el uso del subtexto. Gracias a él, frases sueltas, interacciones y reacciones sustituyen al siempre nefasto exceso de exposición, reivindicando la fuerza de la narrativa cinematográfica en su máxima expresión.
Si a todo esto sumamos un anticlímax capaz de rediemsionar en cuestión de minutos todo lo visto hasta el momento, y una factura técnica y artística impresionante coronadas por la fotografía de Ari Wegner y por la banda sonora de un Jonny Greenwood tan lúcido como de costumbre, la sensación de estar ante una de las mejores películas de 2021 no hace más que confirmarse.
Una muestra de gran cine en su máximo exponente, incómodo, duro y, al mismo tiempo, delicado, que hace justicia a un género histórico repleto de clásicos imperecederos.
Advierto, eso sí, que esta película desconcertará a los más fieles seguidores del cine de Jane Campion.
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NOTA: Las fotografías insertadas en este artículo son propiedad de sus autores.
Sutil tu crítica. Me descubrió el por qué del tempo elegido. Destacaría a Cumberbach. Eso de no ser minucioso en la exposición es genial.