

Irene tiene quince años y vive en un centro para menores infractores. Se acaba de quedar embarazada y está decidida a cambiar de vida gracias a Javier, uno de los educadores del centro. Javier le ofrece vivir con él y su mujer Adela en la casa que tienen en un paraje aislado y agreste de la sierra para que pueda llevar a buen término su embarazo. La única condición a cambio es que acepte entregarles al bebé que lleva en sus entrañas. Este débil pacto puede verse comprometido cuando Irene empiece a sentir como suya esa vida que lleva en su interior.

El reparto es todo un lujo. Javier Gutiérrez, Patricia López Arnaiz y la rabiosa irrupción de Irene Virgüez Filippidis (tras un largo casting por toda España), se convierten una vez más en los elementos de un director que tiene muy claro que lo mejor para llegar a los extremos es a través de la contención. Puede que ahí esté el gran secreto del director, contener las emociones de sus actores mientras los deja volar libres. Esta película consagra a su director como uno de los maestros del suspense sostenido del último cine europeo, recuerden su obra maestra CANIBAL.
La película está contada de una manera austera, seca y algo fría. La relación entre las dos mujeres es complicada desde el comienzo; la desconfianza mutua crea aún más tensión en este thriller gris, que se intuye que no acabará bien para alguna de las dos partes.
Estamos ante un fin que no parece que justifique demasiado los medios, aunque el meollo de la cuestión es precisamente cuestionarse quién es realmente el bueno y quién el malo en esta historia. Ese es, sin duda, otro de los logros de Martín Cuenca, al hacer cómplice en grado máximo al espectador, que por momentos vive en carne propia y hace suyo todo lo que sucede en la pantalla, aunque la coherencia esté ausente y algunas de las circunstancias que se irán dando lleguen a resultar desmesuradas.
Siendo una película muy interesante y con maravillosas interpretaciones, la película no ha tenido un recibimiento unánimamente favorable. No obstante, considero que es de obligado visionado.
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