Permítanme esta broma al titular mi artículo citando la gran obra teatral de Friedrich Dürrenmatt. La ocasión lo merece, pero “la vieja dama” no llegaba a Gula sino a San Sebastián.
Todo sucedió entre la alegría, al contar con la presencia en la 65 edición del certamen donostiarra de esta actriz mítica, y entre la tristeza (o pena) porque pasó prácticamente desapercibida.
No tiene la culpa la organización del festival, me inclino a pensar más en los jóvenes periodistas que actualmente están más interesados en las actuales “estrellas” televisivas nacionales que en las grandes figuras de la Historia del Cine. De ahí que sólo acudimos a recibirla dos personas de prensa y el cámara y fotógrafo oficial del STAFF.
C’est la vie¡
Sin embargo, el público culto y cinéfilo de San Sebastián no la dejó sola. El pasado sábado 30 de septiembre, la Sra. Miles presentó “The Servant” de Joseph Losey en la Sala 9 de los Cines Príncipe, y la sala grande estuvo repleta de un público que le aplaudió largamente y en varias ocasiones durante su intervención. ¡Sarah Miles fue feliz¡ Estuvo brillante y muy divertida. Contó varias anécdotas del rodaje junto a Dirk Bogarde y Losey. Su “incidente” en uno de los pasillos del Hotel Plaza de Nueva York (¡hilarante y tan pícaro¡)… que ni siquiera me atrevo a reproducirlo aquí…
Su presentación me recordó por momentos (y los veinte minutos previos a su entrada en la Sala 9), algunas escenas de “Sunset Boulevard” de Billy Wilder (recomiendo a los jóvenes periodistas que vean esta obra maestra). La “vieja dama” estaba maravillosa, muy arreglada para realizar, tal vez, una de sus últimas apariciones estelares ante su público. Estaba ilusionada, casi como una joven actriz que comienza, ante su presentación de una de las muchas películas míticas que ella ha protagonizado.
Para “los jóvenes periodistas” quiero recordar algunos títulos: “La hija de Ryan”, “The Servent”, “Blow-up”, “Steaming”, “Esperanza y gloria”, “Pasiones en Kenia”, “Escándalo en las aulas”…
Volviendo a la Sra. Miles y su fugaz visita a San Sebastián, les contaré que llegó para participar en la retrospectiva (fabulosa) que el festival le dedicó a Joseph Losey. Ese mismo sábado 30, y a las 12:15 horas, Sala 6 de los Cines Príncipe, pudimos ver la última película del realizador: “Steaming”, protagoniza por ella y Vanessa Redgrave.
Mientras hacíamos fila para entrar a la sesión de las 17:30 h, “The Servant”, llegó el Audi que traía a Sarah Miles a los cines. Corrí hacia la puerta y llegué a tiempo para fotografiar su salida del vehículo (adjunto a continuación mis fotografías):
Una vez dentro de los cines ella esperó, hasta que todo el público ocupó sus asientos, en la primera planta, mirando el mar desde una de las ventanas (fotografías adjuntas).
Tras hacerle casi cien fotografías, la Sra. Miles se dirigió a mí y me preguntó:
Sarah Miles: “¿Quién es usted?”.
Mi respuesta: “Una persona que ha viajado hasta San Sebastián para conocerla, Sra. Miles. “La hija de Ryan” es una de mis películas preferidas”.
Ella, sonriéndome ampliamente, levantó su dedo pulgar en signo de conformidad. Aproveché esa oportunidad y le dije:
Mi pregunta: “¿Me permite hacerle una pregunta?”.
Sarah Miles: “Sí…”.
Mi pregunta: “Sra. Miles, el rodaje de “La hija de Ryan” fue muy difícil para usted. Se lo hicieron pasar mal algunos compañeros. A veces, leemos cosas de los rodajes, anécdotas… que pueden ser ciertas o no. Hay una escena preciosa, cuando Robert Mitchum descubre la relación adúltera de su mujer (su personaje). En una excursión escolar en la playa, el maestro se fija en unos pasos en la arena que le hacen imaginarse un encuentro amoroso entre ella y el Mayor. Mientras los alumnos buscan conchas en la arena, el profesor visualiza entonces ese encuentro escondido tras una piedra, como si los amantes pudieran descubrirle en cualquier momento, combinando de esta forma realidad y ficción. Una escena absolutamente mágica.
Mitchum camina tambaleándose… ¿es cierto que era porque todavía le duraba la borrachera de la noche anterior?
Sarah Miles: “jajajajaja… ¡Absolutamente¡ Pero no sólo tuvo resaca aquel día… en realidad ocurrió ¡todos los días del rodaje¡
Ya ven… Sarah Miles sigue conservando su alegría de vivir, su vitalidad… (hay detalles que cuentan de sus costumbres diarias que tampoco me atrevo a reproducir aquí… y sonrío).
El recuerdo de este magnífico “breve encuentro” con ella se queda para siempre en mi corazón.
A la Organización del Festival Internacional de Cine de San Sebastián ¡GRACIAS¡ por invitar a Sarah Miles a la 65 edición.
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NOTAS:
Todas las fotografías insertadas en este artículo son propiedad y autoría de Yolanda Aguas para CINET FARÖ, excepto las dos imágenes de la película «La hija de Ryan» de David Lean.