EMA (Dir. Pablo Larrain)

Texto: Yolanda Aguas

Ema (Mariana Di Girolamo), una joven bailarina, decide separarse de Gastón (Gael García Bernal) luego de entregar a Polo en adopción, el hijo que ambos habían adoptado y que fueron incapaces de criar. Desesperada por las calles del puerto de Valparaíso, Ema busca nuevos amores para aplacar la culpa. Sin embargo, ese no es su único objetivo, también tiene un plan secreto para recuperarlo todo.

En una calle del todo vacía de Valparaíso, un semáforo en funcionamiento es devorado por las llamas bajo la mirada de una figura embutida en ropa ignífuga. No es un bombero dispuesto a apagar el fuego sino una joven que blande un lanzallamas y que, lo sabremos de inmediato, es el personaje del título. Queda claro, pues: los semáforos son objetos que simbolizan el control y el orden sociales, y Ema —que es una artista sobrada de talento, una madre fallida, una mujer fatal y probablemente también una psicópata— está dispuesta a reducir a cenizas esas convenciones.

A partir de entonces, de forma intencionadamente sibilina, la premisa argumental de «Ema» va tomando forma. La joven y su marido, Gastón , adoptaron un niño y luego decidieron devolverlo a los servicios sociales porque exhibía un comportamiento extremadamente violento, y ahora ella ha armado un complejo plan para recuperar al niño arrebatándoselo a su nueva familia; mientras lo ejecuta, no solo emprende un viaje de descubrimiento creativo y sexual sino que también, paralelamente, desarrolla catárticas tendencias pirómanas.

En ese proceso se muestra – no solo del todo impredecible – sino también increíblemente capaz de generar empatía a pesar de que su misión tiene que ver menos con el instinto materno que con el egoísmo, y de que para cumplirla no duda en llevarse por delante a quien haga falta.

Esta última película de Larrain tiene una actitud humanista y celebratoria: la mujer que ocupa su centro y las que la acompañan en su periplo son los rostros de una generación que mira al mundo de una forma radicalmente distinta a la nuestra, y que está dispuesta a comérselo.

Esta película les rinde tributo, y mientras lo hace logra deslumbrar, inquietar, enternecer, desconcertar, conmover… a partes iguales.

Un película muy interesante.

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NOTA: Las fotografías insertadas en este artículo son propiedad de sus autores.

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